Suroeste, un encuentro mágico entre dos mundos
Esta tierra fue amada y habitada por ancestros indígenas que vieron en sus montañas la más bella creación de los dioses.
Suroeste de Antioquia
En el Suroeste hay un encuentro entre dos mundos. Esta tierra fue habitada por ancestros indígenas que vieron en sus montañas la más bella creación de los dioses. Fue entregada a nosotros.
En Venecia habita la magia, se puede sentir. Cerro Tusa no es solo un símbolo, una montaña llamativa, fue el sitio sagrado de los zenufanaes y hoy esa mística se sigue conservando con la Piedra de los Sacrificios de la Diosa de los Espejos, el Camino de Bolívar y el campo santo que ronda a esta piedra que ahora, debidamente, tiene la connotación de la Montaña Sagrada.
Caminar la Montaña Sagrada es un privilegio, una autorización de ella misma y quienes tanto la cuidaron. Escalarla es, además de una impávida aventura, un encuentro vívido de esos dos mundos que se sincretizan en la cima. Al llegar a los 1800 metros, al hacer cumbre, respiras profundo y sientes cómo la magia vuela libre entre las montañas de Venecia y de todo el Suroeste.
De Etiopía llegó un grano que parece haber crecido desde siempre en Ciudad Bolívar. El café colombiano es el más suave del mundo, lo podemos probar con la lógica de su selección en donde trabajan miles de manos campesinas, indígenas, afro y hermanas. El café se coge uno por uno, con delicadeza y sin prisa.
Los cafeteros siempre son de sonrisa fácil, la llevan consigo a todos lados como el orgullo de su profesión. Ahora tienen unos cafés especiales que se venden en el parque de sombra de samanes en Ciudad Bolívar. El pueblo es muy refinado para tomar una taza. Y ese es el sueño de los cafeteros, que el buen gusto, el valor y el interés por su trabajo sea una gran revolución en la ciudad.