¡Creer en la magia del Urabá!
El mar de Antioquia, el majestuoso y especial mar de Antioquia. Para poder decir esta expresión que emociona, el Urabá tuvo que vivir una proceso interracial que desembocó en una cultura única.
Urabá
A esta tierra llegaron los primeros colonos españoles en busca de tesoros río adentro, años más tarde los cimarrones encontraron redención en los palenques, los chocoanos también aportaron al sincretismo y por último la expansión antioqueña. El Urabá no pertenece a un solo territorio, no tiene muchos nombres sino solo uno: Urabá.
El mar de agua dulce deslumbra, las playas son una inmersión hacia sí mismo, la fauna es el vecino más preciado y la gente la más perfecta creación de esa reunión de razas. En cada restaurante, playa y local a toda acción y petición le antecede un saludo. Tienen la capacidad de amar su tierra e inspirar a amarla.
Hay que creer en el Urabá. Hay talento por doquier, es un paraíso no descubierto. La apropiación del territorio nace del interés y está tierra de playa y sol tiene motivos de sobra para amarla y habitarla. El sueño de los urabaenses es que el departamento y el país en donde habitan al fin vean el diamante en bruto que ellos son.
Una visita al mar de Antioquia basta para no querer irse jamás. Urabá es la “Puerta de América”, la puerta hacia un paraíso donde la naturaleza y los hombres son uno solo.