Un ecuatoriano que fue voluntario durante meses tras el 11-S
Wilson Sánchez dio la mano a la ciudad de Nueva York durante la tragedia. Hoy sigue a la espera de que EE.UU cumpla su promesa de legalizarlo.
Wilson Sánchez es un ecuatoriano, un latino, residente de la ciudad de Nueva York desde hace más de dos décadas. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia las Torres Gemelas que colapsaban después de haber sido atacadas por dos aviones secuestrados el 11 de septiembre de 2001.
Caracol Radio habló con él y contó cómo voluntariamente se unió al cuerpo de bomberos y policías para remover escombros en busca de sobrevivientes. Permaneció en ese lugar por tres meses, hasta que su cuerpo pudo resistir. Motivado por la expresión "haced el bien sin mirar a quien", Sanchez ayudó la ciudad que lo acogió.
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Como él, muchos inmigrantes indocumentados se enlistaron para dar una mano amiga, fueron aceptados por las autoridades locales para colaborar en la zona, vieron los horrores de una guerra y su salud fue deteriorada por la exposición a gases tóxicos.
Al terminar sus labores, Wilson asegura que el entonces presidente George W. Bush y Hillary Clinton, en su momento Secretaria de Estado, les prometieron legalizarlos e indemnizarlos. Han pasado 20 años y siguen esperando que se cumpla esa promesa.