10 millones de australianos nuevamente confinados por aumento de contagios
Las autoridades afirman que la variante Delta es una “nueva bestia” que deben combatir rápidamente.
Desde hace algunas semanas, Australia ha enfrentado un brote de casos de COVID-19 y finalmente las autoridades decidieron imponer nuevas medidas para evitar que esos casos se propaguen a gran parte de la población.
Por eso los habitantes de Sidney, Darwin, Perth, Brisbane y de varias zonas del estado de Queensland recibieron nuevas órdenes de confinamientos estrictos. Eso significa que 10 millones de personas tendrán que quedarse en sus casas por lo menos tres días.
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Australia ha sido reconocida por su buena gestión de la pandemia y ahora se enfrentan también a la decisión de permitir o no la llegada de personas del extranjero.
El primer ministro de Australia Occidental, Mark McGowan, pidió cumplir las medidas para poder volver rápido a la normalidad. "No queríamos arriesgarnos a que el virus se salga de control, queremos eliminar este broto tan rápido como sea posible y poder levantar las restricciones para volver a tener buena calidad de vida", expresó McGowan.
El directivo también mencionó que aunque son menos casos que los que se ven en el resto del mundo, saben que la variante Delta es una "nueva bestia" con la que no se pueden arriesgar ni restarle importancia.