Chile aprueba con una aplastante mayoría redactar una nueva Constitución
Optaron por cambiar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y redactar una nueva a través de una Asamblea Constituyente
"Oh, Chile despertó, Chile despertó", gritaron las miles de personas que se congregaron en la céntrica plaza Italia de Santiago, para celebrar el triunfo por un 77% de la opción "Apruebo" al cambio constitucional, versus el 22% que obtuvo la alternativa por el "Rechazo", escrutado el 53% de las mesas.
Una multitud llegó desde todas partes de Santiago, un poco antes de que se conocieran los resultados oficiales, y tras aislados incidentes con la Policía, estalló la fiesta popular, llena de banderas, luces, fuegos artificiales, y una emoción desbordada.
Las caravanas de autos haciendo sonar sus bocinas colapsaron rápidamente la avenida Alameda, la principal arteria de Santiago, en camino a unirse a los miles que ya celebraban en la plaza Italia. En varias esquinas, personas con banderas chilenas, luces y pancartas festejaban el abultado triunfo.
Al interior del palacio de gobierno, fuertemente custodiado por la Policía, el presidente Sebastián Piñera -que se mostró neutral frente a este referéndum- pidió a los chilenos que la nueva Constitución sea un marco de "unidad" para el futuro.
"Hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de hoy, todos debemos colaborar para que la nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro", dijo el mandatario, escoltado por todo su gabinete de ministros.
"El cambio no va a ser de la noche a la mañana"
Más de 14,7 millones de chilenos estaban llamados a votar. Con mascarillas y la esperanza de un cambio, se observaron largas filas durante la mayor parte del día en los centros de votación, donde el proceso transcurrió sin incidentes y con los resguardos sanitarios para evitar contagios de coronarivus.
En el plebiscito, los chilenos también optaron mayoritariamente, con un 79% de los votos, por una convención constituyente integrada 100% por miembros escogidos popularmente, para redactar la nueva Constitución. La otra alternativa era una convención mixta, en la que también participaban parlamentarios en ejercicio.