Los colombianos sí somos felices, pero no tanto
El cuarto Informe Mundial de la Felicidad ubica a Colombia en el puesto 31 y no en el primer lugar, como se decía.
Bogotá
El próximo domingo, 20 de marzo, es el Día Mundial de la Felicidad y por ese motivo fue publicado el World Happinness Report 2016, que emite una lista sobre el nivel de felicidad que viven los habitantes de 157 países.
Colombia no es el primero, como se aseguró en estudios diferentes realizados en el pasado. Según el actual estudio, la mayor felicidad la tienen los habitantes de Dinamarca.
Le siguen, en su orden, Suiza, Islandia, Noruega, Finlandia, Canadá, Países Bajos, Nueva Zelanda, Australia y Suecia cierra el top ten.
Pero Colombia ni siquiera está primero en América, pues en el puesto 13 figura Estados Unidos, en el 14 Costa Rica y en el 15 Puerto Rico. La mayor felicidad en Suramérica está en Brasil, con el puesto 17.
Más abajo aparecen México, en el 21; Chile, en el 24; Panamá, en el 25; Argentina, en el 26 y Uruguay, en el puesto 21.
Colombia está en el puesto 31, un lugar bueno dentro de 157 países, pero estamos muy lejos de ser los más felices.
El estudio, que tiene el apoyo de Naciones Unidas, es producto de una profunda investigación que tiene en cuenta muchas variables para determinar el grado de felicidad de los habitantes del planeta, entre las cuales se mide el grado de felicidad en el trabajo, el nivel de los ingresos, el acceso a los servicios, el bienestar, la inmigración, los refugiados, las poblaciones transitorias, la felicidad y la ética secular; en fin, son múltiples factores que fueron tenidos en cuenta para el análisis que nos ubica dentro del 20% de los países más felices del mundo.
Somos felices, sí, pero no los más del planeta, como lo decía en enero pasado el Barómetro Global de Felicidad y Esperanza 2014, que les preguntó a los ciudadanos de 65 países, si sentían que eran felices o infelices. En ese estudio se concluyó que Colombia es el país más feliz del mundo porque el 86 por ciento de los consultados en una encuesta respondió que eran felices. Hoy, el estudio avalado por la ONU dice otra cosa.
