Suboficiales venezolanos desertan hacia Colombia

Cúcuta

Proveniente del estado Barinas, un integrante del Comando Nacional Antiextorsiones, CONAS, adscrito a la Guardia Bolivariana Venezolana, hablo con Caracol Radio en Cúcuta y relato hechos inéditos hasta el momento del accionar de la fuerza pública en su país.

Contó como en dos años de servicio al estado, cometió al menos 40 homicidios contra ciudadanos en Venezuela, la mayoría de ellos, de nacionalidad colombiana. Durante 24 meses, laboro en varios estados, en Apure, fronterizo con Colombia, evidencio una serie de situaciones irregulares que por orden el gobierno de su país deben guardar silencio para mantener sus puestos, las garantías económicas y evitar ser asesinados por sus propios compañeros.

“Venezuela, tiene mucha relación con las farc y el eln, anteriormente, cuando me gradué como Guardia Nacional, nos llevaron a una parte que se llamaba Apure de Lorza, ese día nos mandaron a patrullar por esa zona, El mayor de nosotros nos dijo que no podíamos patrullar por esa zona porque había unos campamentos ahí y nos dimos cuenta que era el Eln cuando se identificaron con nosotros, no nos hicieron nada porque nosotros éramos fuerza armada…” expresó, el suboficial.

Explicó como el gobierno venezolano, asiste alimentariamente y con otras ayudas a los integrantes de las guerrillas colombianas “los manda desde la comandancia general de Caracas… a través de los mismos organismos a través de una tanqueta armada, una camioneta o una patrulla, se dejaban en una parte que la misma farc lo recogiera y ellos mismos se lo llevaban…”

En medio de este panorama y de los hechos delictivos al interior de la fuerza pública, el uniformado de 20 años, tomo la decisión de desertar del Comando Nacional Antiextorsiones. En Cúcuta, donde reside actualmente, asegura que grupos como las farc hoy partido político en Colombia y el Eln en diálogos de paz se afianzaran más, expandiendo el comunismo en su nación y trascendiendo frontera hacia nuestro territorio.

“Llegue asesinar por órdenes, nosotros no sabíamos que eran colombianos, en el momento, era lo que llamaban las OLP, Operación Liberación del Pueblo, Nicolás Maduro, quería hacer ver que era una misión para liberar al pueblo de la fechoría y todo lo que ha pasado, eso es mentiras, eran personas a quienes les habían dado casa y cedula, familias colombianas que Vivian en el norte de Petare, ahí nos daban la orden, luz verde, matar a todo el mundo de aquí para arriba, entrabamos a la casa y matábamos a quema ropa en sectores como Petare”.

Según el desertor, la extorsión es otro de los delitos más comunes al interior de la fuerza pública de su país. Los propios uniformados de la Guardia Bolivariana se encargan de extraer los datos de sus víctimas para ser entregados a la insurgencia colombiana y proceder a realizar intimidaciones y cobros extorsivos. Las denuncias aunque son recibidas en los despachos del Comando Nacional Anti Extorsión son destruidas para no avanzar en los procesos de investigación, expresó el ex integrante de la GB.

Expresa que muchos de sus compañeros mantienen la intención de abandonar las fuerzas armadas de su país pero por temor, la mayoría, se abstienen en medio de las órdenes que los obligan a atacar contra el mismo pueblo por mantener una ideología política. Hoy busca exponer la información que tiene a las autoridades colombianas para esclarecer crímenes y desapariciones de connacionales cuyos familiares aun buscan respuesta de sus seres queridos en territorio venezolano.

“La misma patrulla donde yo laboraba fueron a buscarme a la casa en Barinas, amenazando a mis padres y hermana menor que si no decían nada los iban a meter presos… vengo a pedirle ayuda a Colombia quiero denunciar los daños que están haciendo a nustros hermanos colombianos”.

El temor es latente cuando asegura que como su caso hay más compañeros en la misma condición. El ex uniformado, no descarta que el gobierno de su país inicie una búsqueda de guardias y militares que han desertado y que hoy permanecen en territorio fronterizo. Cuando poco a poco se empiezan a conocer y reafirmar detalles y nexos con la insurgencia colombiana siendo la frontera clave para la comisión de delitos que hoy generan un alto riesgo para su vida y la de su familia.