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Alcalde Jorge Iván Ospina explica su propuesta de carnetizar a consumidores de drogas

El alcalde saliente de la capital del Valle, Jorge Iván Ospina, habló sobre los peligros de despenalizar la dosis mínima si no se controla el mercado ilegal de drogas en el país.

Alcalde Jorge Iván Ospina explica su propuesta de carnetizar a consumidores de drogas

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Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali. Foto: Colprensa.

Continúa la polémica a favor y en contra de la decisión del presidente Gustavo Petro sobre la despenalización de la dosis mínima de marihuana en Colombia

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A través del Decreto 2114 de 2023, el Gobierno Nacional derogó la vigencia del Decreto 1844 de 2018, que le permitía a la fuerza pública controlar el porte y consumo de drogas.

Con la última decisión del Gobierno, ahora la Policía no podrá realizar controles a los ciudadanos y quitarles las drogas que porten, siempre y cuando la cantidad no supere la dosis mínima autorizada.

Las consideraciones del nuevo decreto no fueron bien recibidas por un amplio sector, que argumenta que esta disposición legal incentiva el consumo de drogas incluso en espacios prohibidos como las zonas escolares.

Otros, como el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, consideran que el decreto no tiene efecto real sobre el centro del asunto: el mercado ilegal de las drogas.

En conversación con 10AM Hoy por Hoy, el mandatario saliente explicó las razones de su iniciativa para carnetizar a consumidores de drogas y establecer sitios oficiales para el consumo.

Ospina dijo durante una rueda de prensa el pasado 11 de diciembre, que el expendio de drogas no puede estar en manos de ilegales, aunque su consumo ya se haya despenalizado.

En ese sentido, la alternativa de regulación completa, según él, debería considerar la creación de sitios autorizados y que paguen impuestos para vender la dosis mínima a los consumidores carnetizados.

Un mercado ilegal

El alcalde Ospina fue insistente en explicar que el conflicto que se teje en torno a drogas como la marihuana no es el consumo en sí mismo, sino la red de tráfico detrás del producto.

Si bien desde su primer pronunciamiento al respecto indicó que respeta la decisión del Gobierno Nacional, aclaró que no comparte las condiciones en las que operará el nuevo decreto.

“Hay legalidad en el consumo, pero ilegalidad en la venta”, indicó el mandatario saliente. Por esa razón, es necesario regular la dinámica comercial de las drogas.

Además, señaló que el mercado ilegal de las drogas no solo acoge este aspecto, sino que tiene conexión directa con otras acciones delictivas como los gota a gota o pagadiarios.

“Me parece paradójico. No puede ser que yo le esté diciendo al país que puede consumir, pero vaya cómpreselo al ilegal”, comentó.

Según él, la alternativa a la red de delito es “que existan establecimientos en los que se pueda vender la marihuana”.

El ideal de estos sitios sería “que no haya contaminación, paguen impuestos y se puedan recaudar recursos para la prevención. Que podamos tener control frente a la venta”.

Estos sitios autorizados, añadió, estarían ubicados en zonas alejadas de los sitios de prohibición del consumo, como las zonas escolares y similares.

“Lo que estamos haciendo como República y nación es legalizando un mercado para que ilegales reproduzcan sus brazos ilegales”, aseveró el mandatario sobre la directriz del Gobierno.

Debilidad frente a las drogas

El alcalde Ospina señaló que el origen del problema de las drogas en Colombia no es el consumo ni su centro radica allí, como parece considerarlo el Gobierno Nacional.

Expresó que hay asuntos que rodean el problema y frente a los cuales aún no se han tomado acciones, como la investigación profunda sobre el consumo y adicción a drogas como la marihuana.

“Nuestro país no investiga nada, no tenemos ninguna entidad pública que investigue sobre la adicción”, señaló el alcalde de la capital del Valle.

Sobre la dinámica de la carnetización de consumidores de drogas, aseguró alguien que es “un consumidor no problemático de marihuana, debe saber la ruta donde se puede abastecer y debe ser consiente de que lo que está pagando forma parte de una cadena productiva social y no criminal”.

Ese acto de conciencia, señaló el mandatario, marcaría la diferencia entre el consumo legal y el apoyo a las estructuras delictivas que controlan el mercado de las drogas.

“La discusión es cómo se abastece y cómo se le quita a las estructuras criminales los puntos de venta”, agregó.

Finalmente, Ospina lamentó que, según él, “lo único que uno hace como mandatario todos los días es preocuparse”, ante la falta de medidas que realmente ataquen al origen el problema de las drogas.

“Investigar la génesis de la adicción y como intervenirla, debe ser una de las tareas prioritarias de un Estado” señaló. Un tema en el que, desde su postura, Colombia aún no tiene avances suficientes.

El alcalde concluyó que “la discusión debe ser a favor de las personas que tienen problemas de consumo”. Razón por la que despenalizar el consumo sin regular el mercado no garantiza la gestión del problema.

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