Zambrano impulsa la producción ovina sostenible con apoyo de la ART y la FAO

El proyecto para el fortalecimiento de la producción ovina sostenible en Zambrano es hoy una realidad tangible. Con la entrega de 800 ovinos (700 hembras y 100 machos) y la construcción de apriscos en diversas veredas del municipio, se marca el inicio de una nueva etapa para las comunidades rurales de Bongal, Cachipay, Capaca, Caño Negro, El Callao, Florida, Guasimal, Isla Providencia, Isla Pereira, Jesús del Río, Pianola, Playa de las Bestias, Salitral, San Francisco y Tosnovan.

El balido de las ovejas comienza a resonar con fuerza en el territorio, renovando la esperanza de las familias campesinas que ahora ven en esta iniciativa una oportunidad real de desarrollo económico, fortalecimiento organizativo y garantía del Derecho Humano a la Alimentación Adecuada.

La estrategia —liderada por la Agencia de Renovación del Territorio (ART), subregión Montes de María, en articulación con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)— beneficia directamente a 100 familias rurales. Con una inversión superior a los 1.554 millones de pesos, se han establecido 100 unidades productivas ovinas de carne, que serán acompañadas mediante procesos de formación y asistencia técnica con enfoque agroecológico.

Beatriz Arismendi, coordinadora general del proyecto, explicó:

“Por sí solos estos elementos nunca serán la esencia de los emprendimientos, pero unidos al fortalecimiento organizativo, la asistencia técnica y la gestión comercial, son indispensables para el éxito y la sostenibilidad de los procesos y, en consecuencia, de la transformación territorial que acompañamos. Hoy estas comunidades zambraneras inician el proceso de recepción de materiales, dando un paso firme en el fortalecimiento de sus procesos socio productivos.”

El proyecto también contribuye a la diversificación productiva, el autoconsumo y la reactivación económica en una zona históricamente afectada por el conflicto armado. A través del fortalecimiento de redes de integración productiva, se promueve un modelo de desarrollo rural que respeta el medioambiente y reduce la presión sobre los ecosistemas del bosque seco tropical.

Daisy Julio Arroyo, coordinadora de la ART en Montes de María, enfatizó:

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“El proyecto que estamos implementando con FAO tiene un impacto que va más allá de lo económico. Estamos contribuyendo a la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza, la producción amigable con la naturaleza y la construcción de paz en territorios donde el conflicto dejó profundas cicatrices. Lo más importante es que estas comunidades, a través del trabajo colectivo, están construyendo un futuro basado en la sostenibilidad y la justicia social.”

Escuelas de Campo para Agricultores: aprendizaje desde el territorio

Como parte de la implementación, se han creado Escuelas de Campo para Agricultores (ECA), un modelo participativo que promueve el intercambio de saberes y la aplicación práctica de conocimientos técnicos. A través de estas escuelas, las familias beneficiarias fortalecen sus capacidades para asegurar la sostenibilidad de sus emprendimientos.