OIM pide redoblar cooperación con Panamá ante aumento del flujo migratorio
La Organización Internacional para las Migraciones aseguró que Panamá ha recibido 91.300 personas en lo que va del 2021.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pidió este viernes "redoblar" la cooperación para atender el creciente flujo migratorio en Panamá, que en 9 meses de este año recibió a 91.300 personas que atravesaron la peligrosa selva del Darién, cifra que triplica el récord de 2016.
"Hay una necesidad urgente de redoblar la coordinación entre los Gobiernos y la cooperación internacional para poder responder a las necesidades humanitarias de la población en tránsito", dijo el jefe de Misión de la OIM en Panamá, Santiago Paz.
El funcionario recordó que "el Pacto Mundial para una Migración Ordenada, Segura y Regular recomienda la cooperación entre los Estados para poder responder de forma inmediata y coherente a las necesidades de los migrantes en condición de vulnerabilidad, y esta necesidad se hace especialmente evidente en el Tapón del Darién".
Darién, la densa selva que sirve de frontera natural entre Colombia y Panamá, es una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, tanto por las características de una jungla como por la presencia de grupos del crimen organizado que ya la han utilizado para tráfico de drogas y armas.
Desde hace años la atraviesan migrantes venidos de todo el mundo que viajan hacia Norteamérica, con picos de tránsito entre 2015 y 2016, entonces de viajeros cubanos, y ahora con la movilización de decenas de miles de haitianos.
Paz señaló que poder dar respuesta "a las necesidades de los migrantes que transitan de manera irregular a través de Panamá plantea desafíos muy significativos, sobre todo en relación a la existencia de fondos para hacerlo".
El Gobierno panameño, recalcó el funcionario internacional, creó "una infraestructura física e institucional para albergar temporalmente a la población en tránsito y atender las necesidades humanitarias de esta población migrante en aumento".
En el caso de Darién, se trata de dos estaciones de recepción migratorias (ERM), "en donde los migrantes acceden a alojamiento y alimento y en donde se monitorean potenciales casos de covid-19". Estas se levantaron con apoyo técnico de la OIM y de otras organizaciones internacionales.