Cierran fundación en Villeta por tratos crueles a niños y adultos mayores
Siete niños quedaron en custodia del ICBF y en los próximos 10 días la fundación deberá reubicar a otras 29 personas
Una persona que estuvo internada en la Fundación de Jesús en Villeta, Cundinamarca, fue quien hizo la denuncia ante la Defensoría del Pueblo, entidad que solicitó el cierre por vulneraciones a los Derechos Humanos.
De acuerdo con la Defensoría, este sitio, que albergaba a aproximadamente 36 personas entre los 13 y 60 años de edad, no contaba con licencia de funcionamiento, no cumplía con los protocolos de bioseguridad, ni contaba con trabajadores sociales y psicólogos para acompañar el proceso de rehabilitación.
La mayoría de las personas en esta fundación habían decidido voluntariamente internarse para ser tratados por problemas de consumo de sustancias adictivas, problemas de comportamiento y problemas psicológicos o psiquiátricos. Sin embargo, otros internos eran llevados a la fuerza por los pastores de la misma congregación religiosa, sacados violentamente de sus casas, y otros llegaron remitidos de otras sedes de la fundación por problemas de sobrecupo.
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Caracol Radio conoció que como proceso de rehabilitación los internos recibían adoctrinamiento religioso a través de la lectura de la biblia, trabajo, planas y oraciones, situación que los tenía bajo presión psicológica.
Los internos estaban divididos en secciones: en la parte superior de la fundación los hombres y en el sector posterior las mujeres, sin clasificación diferencial de adultos y menores de edad.
Fuentes de Caracol Radio informaron que las instalaciones de la Fundación de Jesús se encuentran con catres metálicos en mal estado, colchones viejos, rotos y mal olientes. Algunas habitaciones cuentan con baño interno en pésimas condiciones de salubridad, expuestos a otros factores de riesgo como electricidad, vectores y roedores.
Además todas las habitaciones tienen candado, según las directivas, a los internos se les encerraba en las noches para evitar fugas.
Algunos de los castigos puestos en la fundación era beber agua de la piscina, correr descalzos y restricciones en los alimentos. Incluso una menor de edad fue obligada a bañarse desnuda en un río frente a sus compañeras. De acuerdo con algunos jóvenes, cuando alguno de ellos pretendía fugarse, era perseguido por los demás compañeros y sometido a golpizas por todos los integrantes de su alojamiento.
Por el momento los 7 niños quedaron en custodia del ICBF y en los próximos 10 días la fundación deberá reubicar a las 29 personas restantes.