Hace 30 años el M-19 dejó las armas para concentrarse en la política

El 8 de marzo de 1990, Carlos Pizarro Leongómez encabezó la ceremonia con la que el M-19 oficializó la entrega de sus armas, con que durante 20 años protagonizaron acciones bélicas y golpes de opinión que, así como llamaron la atención sobre la reivindicación de derechos también generaron rechazo por acciones como la toma sangrienta al Palacio de Justicia (1985) o la toma de la Embajada dominicana (1980).

Fue la última formación armada de los integrantes del M-19 como guerrilleros. Sucedió en la plaza de armas del corregimiento de Santo Domingo del municipio de Toribio en el Cauca. Ese día Carlos Pizarro convocó a sus 54 compañeros a asumir el nuevo papel en la sociedad colombiana, sin olvidar que era una apuesta en la que se jugaban hasta la vida.

Ese día quedó una imagen en la historia de Colombia: Carlos Pizarro desenfunda su pistola 9 milímetros, esta vez no para dispararla sino para envolverla en una pequeña bandera de Colombia y la deja sobre la mesa junto a los fusiles de sus compañeros.

Al otro día en Corito, cauca, se firmó el acuerdo de paz que trajo a la vida civil a cientos de exguerrilleros del M-19. Menos de dos meses después, el 26 de abril, Pizarro fue asesinado en medio de su campaña política a la Presidencia de Colombia.