Decepciones amorosas acaban con la vida de soldados de las FFMM

Por Sair BuitragoCaracol conoció un informe oficial que revela que aunque han bajado los índices de suicidio entre los miembros de las Fuerzas Militares, en lo corrido del año ya van 38 uniformados que especialmente por decepciones amorosas han acabado con sus vidas. Según el informe, el suicidio se presenta especialmente en los soldados rasos, solteros y con edades entre 18 y 22 años. El mayor número de suicidios se ha presentado en Antioquia, eje cafetero y Cundinamarca, mientras que Atlántico y los santanderes se registra una actitud más optimista de los uniformados frente a sus vidas. La red de sicólogos del Ejército ha logrado identificar que los días en los que se han presentado los suicidios de los uniformados son los domingos y los lunes, y han detectado algunas vinculaciones de las muertes al consumo de alcohol y marihuana. Igualmente, en las unidades militares de todo el país se han definido planes de choque en los meses de diciembre por las fiestas de fin de año, en mayo, por el mes de la madre y en septiembre por la celebración del día del amor y la amistad, pues es en esos meses cuando más casos de suicidio se han presentado y cuando mayores problemas presentan los batallones. Una fuente oficial señaló que desde el año 2.004 se desplegó una ofensiva en las Fuerzas Militares para evitar que los uniformados acaben con sus vidas, especialmente por decepciones amorosas que son el 95 por ciento de las causas de los suicidios. En ese lapso se ha logrado reducir la tasa de muerte de 48 personas por cada cien mil a 36 por cada cien mil. Según la organización mundial de la salud, en las Fuerzas armadas debe existir un sicólogo por cada 500 uniformados en tiempo de paz, y en Colombia con las difíciles condiciones de seguridad existe sólo un sicólogo por cada seis mil hombres. Para los próximos cuatro años, las Fuerzas Militares establecieron el plan maestro de salud mental que incluye mayor acompañamiento especializado, mejoramiento de la calidad de vida, la búsqueda de mejores espacios de recreación y además incluye la capacitación de todos los comandantes para que puedan identificar cuando uno de sus hombres se encuentra en un momento crítico de soledad para que lo apoyen. Entre las alternativas que han establecido las autoridades para proteger a sus hombres se encuentra la línea lanza, que lleva dos años funcionando y en la cual hay 12 sicólogos dispuestos a escuchar a los militares. La Directora de la Línea Lanza, Cristina María Muñoz de Ángel, afirmó que cada semana reciben cerca de 500 llamadas, especialmente de integrantes del Ejército, establecidos en las "áreas" o zonas de combate, los cuales buscan que alguien los escuche ante sus problemas emocionales. "Casi que no damos abasto para tanta llamada, pero igual los atendemos y esa información, que es confidencial, la manejamos para apoyarlo, contribuir a que salga de su tristeza y siga adelante con su vida", señaló la funcionaria. El Comandante de la XIII brigada del Ejército, general Luis Eduardo Pérez, aseguró que se están entregando folletos y capacitando a los hombres con mando para que se preocupen por el éxito de las operaciones y además estén atentos de la salud mental de sus grupos. "Nosotros no somos ajenos a la problemática de la sociedad y por eso es una preocupación del Ejército mantener estas campañas de sanidad para que los hombres se sientan bien, estén satisfechos con sus vidas y cumplan sus tareas con entusiasmo", señaló el oficial. Agregó que las campañas de salud mental inician en el momento del reclutamiento para garantizar que quien ingrese a las Fuerzas Militares tengan el carácter y la fortaleza para enfrentar el servicio.