Economía

Chevron compra Texaco para continuar en competencia en mercado mundial

La empresa petrolera estadounidense Chevron anunció este lunes la compra de la firma Texaco en una transacción por intercambio de acciones, creando el cuarto grupo petrolero para continuar en competencia en el mercado mundial, pero deberá recibir el visto bueno de las autoridades antimonopolio.


NUEVA YORK, - La empresa petrolera estadounidense Chevron anunció este lunes la compra de la firma Texaco en una transacción por intercambio de acciones, creando el cuarto grupo petrolero para continuar en competencia en el mercado mundial, pero deberá recibir el visto bueno de las autoridades antimonopolio.
La transacción en acciones, estimada en unos 36.000 millones de dólares, sobre la base del precio de cierre de Chevron del viernes en Nueva York (84,15 dólares) y de un intercambio de 77 acciones Chevron por 100 títulos Texaco.
El nuevo grupo tendrá un valor de 100.000 millones de dólares, reservas por el equivalente a 11.200 millones de barriles, para una producción diaria de 2,7 millones de barriles de petróleo, según cifras comunicadas por las dos empresas.
La sociedad, será la cuarta a nivel mundial en términos de producción de petróleo en barriles diarios (b/d) y de cifra de ventas (72.000 millones de dólares en 1999), quedará sin embargo lejos detrás de los tres primeros del sector por orden decreciente: la estadounidense Exxon Mobil, la anglo-estadounidense BP Amoco y la anglo-holandesa Royal Dutch Shell.
Los dos grupos, que trataron de fusionarse ya en 1999, deberán negociar con las autoridades estadounidenses que controlan la competencia, a causa de la posición dominante que ostentará en algunos mercados del oeste de Estados Unidos.
La operación es aún más delicada en un período de campaña electoral presidencial en Estados Unidos, donde la disparada de los precios de los derivados del petróleo ha llevado al candidato demócrata y vicepresidente Al Gore a adoptar una posición muy crítica hacia el sector petrolero. Su rival republicano George W. Bush, está ligado al sector y es gobernador de Texas, uno de los estados más ricos en oro negro.
"Si Gore es electo, probablemente no haya cambios sustanciales en la legislación antimonopolio", dijo Richard Donovan, especilista en legislación sobre monopolio en la firma de abogados Kelley, Drye and Warren.
"Pero si Bush es electo, entonces habrá por lo menos la posibilidad" de que se modifique, agregó.
Chevron y Texaco, conscientes del problema se declararon dispuestos a cooperar con la Agencia federal de comercio (FTC), la autoridad estadounidense que controla la competencia. La FTC exigirá sin duda que el nuevo grupo se desprenda de una parte de sus actividades, en particular de la distribución.
"Texaco está discutiendo con sus socios" sobre el tema, subraya el comunicado. Royal Dutch Shell confirmó esas negociaciones. Las dos empresas tienen participación en Equilon Enterprises y Motiva Enterprises, dos sociedades de distribución de productos derivados del petróleo estadounidenses.
"Esta fusión pone a Chevron-Texaco en la posición de un productor de energía de rango mundial, basado en Estados Unidos, en buena posición para contribuir a satisfacer las necesidades del país", declaró Dave O'Reilly, presidente de Chevron.
ChevronTexaco "será más sólida financieramente y tiene oportunidades de crecimiento adicionales a largo plazo", subrayó O'Reilly, también futuro presidente del nuevo grupo durante una teleconferencia de prensa.
El ejecutivo citó principalmente Africa occidental(Angola, Nigeria), y el Golfo de México y el mar Caspio como lugares prometedores.
O'Reilly dijo que piensa que la fusión -que llega en el mejor momento posible según él- cuando Estados Unidos se inquieta por su aprovisionamiento, debería estar finalizada "en seis o doce meses".
La fusión, que debería permitir a los dos grupos reducir los costos de exploración y producción, provocará la supresión de unos 4.000 puestos de trabajo, alrededor del 7% de los efectivos combinados de ambas sociedades.
Chevron-Texaco prevé ahorros de 1.200 millones de dólarres anuales en los seis a nueve próximos meses, luego de la fusión.
La mayor parte de esas economías (unos 700 millones de dólares) provendrá "de actividades de exploración y de producción más eficaces".
O'Reilly será el presidente del nuevo grupo mientras que el actual presidente de Texaco, Peter Bijur, será el número dos del nuevo grupo y estará a cargo de las actividades de refinación, transporte y distribuición, así como del sector químico y de la producción de electricidad.

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