ERUPCION TIPO ACNÉ INDICIO DE PROBLEMAS POR CONSUMO DE ÉXTASIS

Una erupción cutánea rojiza similar al acné en la cara y el cuello de quienes consumen la droga éxtasis, podría indicar que es más probable que sufran de severos efectos secundarios por ingerirla.

Uwe Wollina, un dermatólogo alemán en la Universidad de Jena, dijo a la revista New Scientist que la irritación podría ser un indicio de daños hepáticos u otras complicaciones inducidas por el consumo del éxtasis.

Wollina notó primero la erupción en dos pacientes que fueron hospitalizados tras ingerir la droga, cuyo consumo es muy extendido en locales nocturnos.

Un paciente experimentó falla hepática y el segundo fue tratado por una psicosis producida por la droga.

La erupción desapareció después de que ambos pacientes fueron tratados y que la droga fue eliminada de sus sistemas.

"El mecanismo subyacente puede estar en las sendas de serotonina", dijo Wollina, refiriéndose a la forma en que el químico que regula el temperamento, el dolor, la memoria, el sueño y la actividad sexual reacciona en el cuerpo.

Las concentraciones elevadas de serotonina se acumulan en el cerebro y otros tejidos de quienes consumen éxtasis, porque la droga impide que las células nerviosas absorban el químico.

"Wollina sugiere que niveles elevados de serotonina mejoran el flujo sanguíneo hacia el rostro, reforzando la actividad de las glándulas sebáceas que pueden producir manchas cuando se las bloquea", dijo la revista.

La erupción cutánea podría ser un indicio de que sus cuerpos están bajo el estrés de la droga y estarían más inclinados a desarrollar otros severos efectos colaterales, aun cuando no consuman la droga en grandes cantidades.

"Los efectos secundarios no dependen de la dosis", dijo Wollina.

El éxtasis, un híbrido del alucinógeno mezcalina y del estimulante anfetamina, es una de las drogas de uso recreacional más popular, en particular entre los jóvenes en clubes nocturnos.

Al menos 60 muertes se han vinculado en Gran Bretaña al uso de la droga desde que se popularizó, a fines de la década de 1980.

En Baltimore, Maryland, científicos de la Universidad de Johns Hopkins previnieron el año pasado que la droga era capaz de dañar las células cerebrales.

La droga parece destruir los axones de las células, que sirven para transmitir los impulsos nerviosos