El oso de anteojos sigue habitando en los parques Tatamá, Farallones y Munchique
El proyecto "Conservamos la Vida" permitió establecer la presencia de esta especia en un 74% de 4.117 kilómetros.
A pesar de ser unos ecosistemas intervenidos, el oso andino aún se encuentra en los Parques Nacionales Naturales de Tatamá, Farallones de Cali y Munchique, ubicados en la Cordillera Occidental.
Durante el diagnostico, se evaluaron las áreas más intervenidas del corredor que comprende estos Parques Nacionales Naturales y sorpresivamente, el oso aún se encuentra en buena parte de estas áreas, lo que significa que sí mantenemos las áreas bien conservadas, y promovemos un manejo sostenible en las áreas intervenidas, aseguraremos la persistencia del oso en esta cordillera.
El proyecto ‘Conservamos la Vida’, que es una alianza público-privada, en pro de la conservación del oso andino, finalizó su etapa de diagnóstico en la que se encontraron los siguientes resultados:
De un total de 11.806 kilómetros cuadrados que representan el paisaje de interés, se evaluó la presencia de oso andino y su estado de conservación en los 4.117 kilómetros cuadrados más intervenidos, un área equivalente al departamento de Risaralda.
La especie se encontró en 74% de los 4.117 kilómetros cuadrados estudiados, lo que indica un buen estado de las poblaciones en el corredor. Sin embargo, se evidenciaron presiones por ganado bovino en un 25% del área, tala selectiva en el 21%, cultivos principalmente de maíz en un 19%, incendios en un 9% y minería en un 8%.
Se halló que de los predios diagnosticados, la mayoría (un 81%) desarrollan una actividad con potencial conflicto con la presencia del oso andino. Sin embargo, sólo 9% de estos requieren algún tipo de mejoras en el manejo de las prácticas productivas para disminuir el impacto a las poblaciones de oso.
Una gran proporción (44%) de los dueños o encargados de los predios expresaron estar dispuestos a cambiar, si la rentabilidad de la nueva actividad productiva es igual a la que obtienen con la labor a la que se dedican en la actualidad.
Por otro lado, contrario a lo que se piensa, se descubrió que donde hay ganado por lo general no hay presencia del oso andino, debido a que normalmente huye cuando su hábitat se ve invadido por actividades humanas, algo similar se encontró con la minería.
Con relación al hábitat, se evidenció una marcada dependencia del oso a las áreas con coberturas de bosque.
Con el cierre de la etapa de diagnóstico del proyecto, se da paso a las etapas de concertación con las comunidades y a la implementación de buenas prácticas productivas y restauración ecológica de las áreas degradadas, para así disminuir el conflicto oso- ser humano.
El proyecto ‘Conservamos La Vida’ es una alianza público-privada, en pro de la conservación del Oso Andino, conformada por la Fundación de Grupo Argos, Parques Nacionales Naturales de Colombia, Wildlife Conservation Society, WCS, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, Argos, Celsia, la Fundación Smurfit y la Fundación Mario Santo Domingo.