El dulcero: “Si el Coronavirus no nos mata, el hambre si nos va a matar"
Gerardo Zuluaga de 55 años, es un paisa que en los últimos siete años los ha dedicado a vendedor cigarrillos y confites en el barrio Tequendama.
Cali
Gerardo Zuluaga de 55 años de edad, que los últimos siete años los ha dedicado a vendedor cigarrillos y confites en un carrito que tiene ubicado en la esquina de la calle quinta con 42, barrio Tequendama, al sur de Cali.
Gerardo, un paisa desplazado por la violencia, asegura que salió a trabajar en medio de aislamiento preventivo obligatorio, porque se quedó sin que comer.
Gerardo, que vive por el corregimiento de La Sirena, a 20 minutos de Cali, dice que las pocas ventas de cigarrillos y dulces, lo tiene ágatas para pagar los 180 mil pesos de la pieza en donde vive solo.
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A pesar de las advertencias de no salir a las calles por el Covid-19, Gerardo Zuluaga dice que no le preocupa que le pongan comparendo.
El Coronavirus nos dio un revolcón a todos, advierte Gerardo Zuluaga.