Valores para los hijos ante un país de corrupción

Cartagena de Indias

Uno de los grandes compromisos que tiene una generación sobre las que le siguen es enseñar con el ejemplo en la acción valores y buen comportamiento.

Como hablar de ética si no existe ejemplo que de fuerza a lo que se enseña en el aula de clase y en la familia. ¿O es que creemos que nuestros niños y jóvenes no se enteran de la corrupción que enfrentamos como país y que desafortunadamente también se da en el mundo? Hoy no hay un solo espacio en medios que no esté informando sobre la corrupción que en nuestro sistema judicial, legislativo y ejecutivo hay. Triste pero allí no podemos quedarnos.

Y es que lo peor es que realmente sentimos que todos están involucrados, cosa que no es cierta, y que las penas no van a ser ejemplarizantes y al contrario, simplemente dentro de poco veremos a todos en la calle y como si aquí no hubiese pasado nada.

Necesitamos un frente común que asuma con responsabilidad la sanción social, dejemos que la justicia haga su papel pero asumamos nosotros lo que nos corresponde que es la sanción social.

Pero hay otro tema que agrava aún más esta situación y con el que también nos hemos familiarizado y es el fenómeno de los carruseles de la contratación como el de Bogotá con las vías, el de la salud con Saludcoop, Cruz Verde, Caprecom y Cafésalud, entre otros y por otro lado el de los carteles como el de la hemofilia y las enfermedades mentales. Es que aquí no se trata de una persona que por algún motivo generó un ilícito, aquí se trata de una organización que planeó y administró sistemáticamente procesos para infringir la ley, en resumen lo que en el ámbito jurídico denominan concierto para delinquir.

Señores, estamos ante empresas criminales y es hora de hacer un pare y generar la reflexión sobre cuál es la ciudad y el país que queremos para nuestros hijos y nietos.