Colombia acoge recomendaciones de la OCDE para el desarrollo laboral
Asimismo, el Departamento Nacional de Planeación propuso un nuevo modelo de desarrollo centrado en la vida, la justicia ambiental y la equidad territorial.

Ministro de Trabajo, Antonio Sanguino. Foto: cortesía.
Durante el Foro local de la OCDE, en Barranquilla, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, reafirmó su compromiso con las recomendaciones de la OCDE en materia laboral, pensional y de desarrollo territorial.
Señaló que la agenda del Gobierno también contempla las recomendaciones del organismo en materia ambiental y de reconversión productiva. La apuesta por empleos verdes y azules, la formación en nuevas habilidades para la transición energética y el fortalecimiento de la economía popular.
“Las medidas cumplen con los compromisos adquiridos por Colombia como país miembro de la OCDE y acoge recomendaciones clave en materia de protección laboral, sindicalización y promoción del empleo decente”, dijo el ministro.
Sanguino agregó que otro de los pilares de esta adaptación a las recomendaciones de la OCDE es la reforma pensional que entrará en vigencia este mismo año. Con esta medida, Colombia espera duplicar la cobertura del sistema pensional, pasando del 24% al 52% en su primer año de implementación.
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Nuevo modelo de desarrollo
Por su parte, el Departamento Nacional de Planeación propuso un nuevo modelo de desarrollo centrado en la vida, la justicia ambiental y la equidad territorial.
Natalia Irene Molina, directora Departamento Nacional de Planeación, alertó sobre la creciente imprevisibilidad de los ciclos naturales, agravada por el cambio climático.
Asimismo, resaltó dos apuestas clave del Gobierno nacional: el ordenamiento territorial alrededor del agua y la transición energética justa y pidió por una reconversión productiva que transforme el modelo extractivista, promueva empleos verdes y azules, y asegure que los beneficios del comercio internacional lleguen a todos los sectores de la sociedad.
La funcionaria insistió en que el desarrollo no puede seguir midiéndose solo por indicadores económicos, sino por la calidad de vida, el acceso efectivo a derechos y la equidad en la distribución de los recursos.