Detectan misteriosas señales de radio desde el hielo de Antártida: científicos investigan su origen
Un nuevo estudio internacional pone en duda una de las hipótesis más comentadas de la física de partículas en los últimos años.

Misterio de señales de radio desde la Antártida
Una serie de extrañas señales de radio captadas en la Antártida por la antena ANITA (Antarctic Impulsive Transient Antenna) se encuentran dejando perplejos a los científicos desde hace varios años.
Estas señales, que parecían surgir desde dentro del hielo en lugar de llegar desde el espacio, podrían haber sido causadas por fenómenos que desafían las leyes conocidas de la física. Pero un nuevo estudio publicado en la revista Physical Review Letters por el Observatorio Pierre Auger, el mayor detector de rayos cósmicos del mundo, parece ponerle freno a esas teorías.
El misterio de las señales de radio desde el hielo de la Antártida
El misterio comenzó cuando ANITA, una antena instalada en globos estratosféricos de la NASA que sobrevuelan la Antártida, detectó señales de radio inusuales en 2006 y 2014. En lugar de reflejarse en el hielo, como la mayoría de los rayos cósmicos detectados, estas señales parecían venir desde abajo, desde el interior de la Tierra, lo cual no encajaba con lo que se espera de la física tradicional.
Una de las teorías más debatidas sugería que estas señales podrían haber sido generadas por partículas llamadas neutrinos tau que, tras viajar miles de kilómetros a través de la Tierra, emergían en la atmósfera generando duchas de partículas hacia arriba. Esto implicaría un tipo de interacción de partículas extremadamente raras y de altísima energía, quizás incluso evidencias de física más allá del Modelo Estándar.
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La hipótesis planteada por los científicos
Sin embargo, el equipo del Observatorio Pierre Auger, ubicado en Argentina, utilizó una tecnología diferente para buscar señales similares durante 15 años de observaciones.
Y encontraron solo un evento, una cantidad que se alinea con los errores de reconstrucción normales del sistema, y muy lejos de lo que se esperaría si las señales de ANITA fueran causadas por partículas reales que atraviesan la Tierra.
“Nuestros resultados no apoyan la interpretación de que los pulsos detectados por ANITA fueron generados por chorros de partículas ascendentes”, concluye el estudio. Incluso considerando diferentes modelos teóricos, el número de eventos que debería haber registrado el observatorio Auger era mucho mayor si esas señales fueran reales. La diferencia es tan grande que prácticamente descarta esta hipótesis.
¿Qué está sucediendo entonces en la Antártida?
El hallazgo sugiere que, aunque las señales detectadas por ANITA siguen siendo un enigma, probablemente no se deban a partículas que atraviesan la Tierra como se había planteado. Podrían ser reflejos complejos, errores de interpretación o incluso fenómenos atmosféricos aún no comprendidos.
Este estudio ofrece una fuerte restricción a las teorías exóticas que buscan ir más allá de la física conocida, y destaca la importancia de la verificación cruzada entre diferentes experimentos científicos.
Mientras tanto el misterio de las señales de radio en la Antártida será un misterio, aunque hay nuevas luces y bases en las cuales sustentar nuevas líneas de investigación que permitan resolver el misterio.