Economía

Columnista Invitada

María Claudia Lacouture: ¿Un panorama más alentador?

Tras más de un año de ese proceso, el mundo sigue golpeado. Sin embargo, por momentos parecieran que el panorama es más alentador.

María Claudia Lacouture: ¿Un panorama más alentador?

María Claudia Lacouture: ¿Un panorama más alentador? / María Claudia Lacouture

La Ex Ministra de Comercio, Industria y Turismo, ahora directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture (@mclacouture ) se concentra en esasa tensiones comerciales que han surgido en los últimos meses.

Desde hace meses hemos sido testigos de las tensiones comerciales de Estados Unidos con países como China, México y Canadá. Los anuncios del presidente de ese país, Donald Trump sobre la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio, y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, hoy con una nueva versión conocida como USMCA generaron a nivel global un golpe a la confianza de los mercados y a décadas de libre comercio.

Tras más de un año de ese proceso, el mundo sigue golpeado. Sin embargo, por momentos parecieran que el panorama es más alentador. La modernización del NAFTA hacia el USMCA y el diálogo entre autoridades comerciales de China y Estados Unidos enviaron mensajes de optimismo y hoy existe gran expectativa por la manera como se resolverán estos temas.

Muchos expertos han coincidido en señalar, por ejemplo, la importancia de la firma, durante la cumbre del G-20, del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido también informalmente como TLCAN 2.0. Este tratado debe ser resaltado como un claro ejemplo de la importancia del dialogo y la diplomacia comercial para resolver disputas internacionales.

El compromiso mostrado hasta la fecha por los gobiernos de los tres países por lograr la ratificación de este nuevo tratado, es una muestra de que lograr acuerdos en materia comercial, incluso en medio de grandes tensiones y aparentes puntos insalvables sí es posible.

El presidente Trump declaró recientemente la aprobación del nuevo acuerdo en el Congreso como su principal prioridad legislativa del año. Su anuncio fue apoyado por los líderes del partido republicano en el Senado y en la Cámara de Representantes. A pesar de esto la fuerza demócrata parece dificultar el proceso mientras que los empresarios cruzan los dedos a la espera de, por fin, tener un acuerdo estable para los negocios con los que hasta ahora han sido sus socios naturales. Por su parte, los gobiernos de México y Canadá han reiterado la importancia de este acuerdo como un mecanismo para fortalecer la plataforma industrial de América del Norte.

Por otro lado, al interior del legislativo estadounidense también hay un sector que empuja para encontrar una salida a la radical decisión de la administración Trump de subir los aranceles para la importación de acero y aluminio, hecha con el argumento de afectar la seguridad nacional y como mecanismo de protección a ese sector industrial local. Los congresistas que han instado a que se levanten estos aranceles a estos productos, señalan que son barreras comerciales que bloquean los esfuerzos para sacar adelante nuevos acuerdos comerciales.

El optimismo, que abarca también a las negociaciones que se están desarrollando en estos momentos entre Estados Unidos y China, es una oportunidad que debemos atender en Colombia. Debemos insistir, ante el Gobierno Trump, de ser excluidos de la lista de países con aranceles altos para acero y aluminio pues nuestros productos no representan amenaza a la industria estadounidense. Como señalé al presidente Iván Duque en la asamblea de AmCham esta semana, se podría trabajar conjuntamente con la Cámara de Comercio de Estados Unidos para lograr este objetivo.

Hasta la fecha, la US Chamber of Commerce ha trabajado de la mano con cientos de empresas, asociaciones y congresistas para promover el libre comercio, y recordar los graves daños a las economías que una guerra comercial pueden acarrear.

La existencia de diálogo para enfrentar las tensiones comerciales nos muestra la existencia de un panorama alentador. Sin embargo hay que mantener la prudencia pues también existe un alto grado de volatilidad en Estados Unidos que a las razones de protección y fortalecimiento de la industria local se suma el período electoral, propicio para pulsos entre los diferentes intereses empresariales. En esta coyuntura es clave trabajar por la inclusión de Colombia en las discusiones dentro Congreso estadounidense sobre aranceles a las importaciones. Nuestro país tiene como demostrar la complementariedad de nuestros productos y, por su puesto, nuestro interés de mantener fuertes lazos comerciales entre ambas naciones.

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