El reptil fue descubierto en una zona salvaje por los amigos de Talbott, quien cuando escuchó los gritos de estos se lanzó con su cámara a fotografiar al animal.
"Soy un fanático de los bichos y las serpientes. He fotografiado a cientos de ellos y recibido unas cuantas mordidas y picaduras", dijo Talbott. "Afortunadamente, ninguno de ellos era venenoso", agregó.
Según se informó, una de las cabezas era más agresiva que la otra y atacó a su compañera. Sin embargo, la serpiente era incapaz de morder de forma efectiva, de acuerdo con Talbott, ya que las dos cabezas eran necesarias para mover el cuerpo.
La mayoría de las serpientes de dos cabezas no pueden vivir más de unos pocos meses. "Se estima que 1 en 10.000 sobrevive, pero es difícil conocer un número real, ya que son animales salvajes y elusivos", dice Talbott .
Las serpientes ocupan un lugar preponderante en la imaginación de los seres humanos, desde las cobras venenosas a las boas y pitones que exprimen a sus presas hasta a la muerte y las tragan enteras. En ciertos lugares, como en Australia, existen grandes concentraciones de serpientes venenosas que son las más tóxicas del planeta. Las serpientes son venenosas cuando liberan activamente toxinas por lo general a través de una mordedura.
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