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La final en la que sí convivieron Osorio e hinchada

A diferencia de los títulos anteriores, el quinto de Osorio sí tuvo la aceptación total de los hinchas.

La final en la que sí convivieron Osorio e hinchada

Juan Carlos Osorio fue paciente. Tuvo que esperar cuatro títulos, 119 partidos y muchas críticas para poder convecer a todos los hinchas, prensa y allegados a Nacional. El quinto fue el vencedor

Fue una pelea dura, no por sus resultados, sino por su estilo. Tuvo que vender y convencer a propios y extraños de que Nacional sí podía jugar de otra forma distinta al fútbol de toque, de clase, de estilo, de esquema con jugador ‘10’ en la cancha

Osorio tuvo que evolucionar a Atlético Nacional y sacarlo del fútbol lírico con el que comulgó durante las últimas dos décadas. El técnico llegó para el segundo semestre de 2012. Nacional venía de fracasar en Copa Libertadores y no llegó a las finales en ese semestre. Tenía pendiente la disputa de la Superliga del año anterior y se la ganó a Junior, pero era poco tiempo para ver su verdadera filosofía y estilo

A los pocos meses ganó por primera vez la Copa Postobon. Su rival fue Pasto y el título fue recibido más como una consolación que como un premio debido a que no logró llegar a la final de Liga

En 2013 siguió sumando polémicas. Empezó a insistir que su equipo no necesitaba de un volante armador. Él quería volantes llegadores. Por eso Macnelly Torres vio sentenciado su futuro en el once de Osorio, a pesar de que fue campeón en el primer semestre, alcanzando el tercer título verdolaga en la era del estratega risaraldense

En seis meses, después de cuatro títulos, todo empezó a cambiar para Osorio. Las críticas fueron desvaneciendo. Sus números, sus resultados y la capacidad ofensiva de su equipo se comportaron como un reloj. Alcanzó invicto de 19 fechas en la Liga. Sus arqueros duraron gran cantidad de minutos acumulados en ceros y el remoquete de la ‘máquina verde’ se fue haciendo popular a medida que el equipo se encarrilaba hacia su quinta final

La rotación que promulgó y que fue criticada por la prensa terminó dándole la razón. Su equipo disputó 81 partidos en 2013, casi 20 por encima de la media europea en una temporada. Nacional sintió arrestos físicos y desgaste justo cuando enfrentó a Sao Paulo en Copa Sudamericana, el torneo que también buscaba y que se le escapó. Sin embargo, el sistema de rotación le valió para tomar un segundo impulso y lograr el título de Copa Postobon ante Millonarios y dominar el cuadrangular final para disputar la estrella de la Liga con Deportivo Cali

La ‘máquina verde’ fue inteligente y atacó los minutos necesarios para doblegar al conjunto azucarero en la final. No se desgastó más de lo necesario. Y sus hinchas y allegados ya no lo criticaron, sino que lo vivieron y festejaron. Fue así como toda la familia verdolaga celebró junto a Juan Carlos Osorio. La estrella 13 llegó y la convivencia en Nacional por fin se reflejó.

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