Procuraduría propone que personal de cárceles militares no tenga rango

El procurador delegado para las Fuerzas Militares, Eduardo Campo Soto, señaló, en carta enviada al mayor general Ricardo Antonio Vargas Briceño, segundo comandante y jefe del Estado Mayor del Ejército, que el sistema carcelario tiene problemas estructurales de subordinación que podrían ser solucionados con centros que no tengan personal con rango militar, sino una clasificación asimilable a la existente en el INPEC, pero como servidores públicos vinculados al Ejército Nacional

Según el delegado de la Procuraduría eso facilita minimizar o tal vez romper con la subordinación que a veces se exige por parte de los internos con rango, lo cual corresponde a la dignidad inherente de las relaciones militares

Para la Procuraduría, de ser asumida esa función por el Ejército Nacional, la dirección y administración de cárceles donde purguen penas su exintegrantes, ha de disponerse de personal dedicado permanentemente a dicha función

Indicó que el acompañamiento del Inpec debe ser permanente, así como la definición expedita de las responsabilidades y roles que asumen ambas entidades. Señala el delegado de la Procuraduría que “el sistema carcelario especial de las FFMM presenta actualmente problemas estructurales por la ausencia de una organización administrativa independiente y claramente definida que asuma la responsabilidad del manejo de los centros de reclusión con su propia planta de personal. Esta situación es visible en la línea de mando respecto de los Directores de la Prisión, el caso específico del Director del Centro de Reclusión de Tolemaida que depende de Bogotá, pero a su vez subordinado al Comandante General del Fuerte, quien a su vez había delegado funciones en el Comandante del Batallón de Servicios”. Para la Procuraduría, uno de los problemas que se presenta es que el régimen penitenciario y administración carcelaria es una disciplina que demanda una formación profesional que no puede ser suplida por cursos o inducciones coyunturales rápidas, como actualmente se hace con el personal de oficiales, suboficiales y soldados que designan para cumplir esa función. Frente a las políticas a preservar y mejorar, la Procuraduría efectuó las siguientes consideraciones, mantener los centros de reclusión dentro de las guarniciones militares coadyuva a la preservación de la integridad física de la población carcelaria, así como a la seguridad para su custodia; brinda un espacio de resocialización por mantenerse al interno dentro del entorno social y de la disciplina a la que pertenecieron. Asi mismo plantea aplicar en todos los centros de reclusión, según posibilidad del espacio físico, el proyecto productivo de resocialización existente en el Centro de Reclusión de Tolemaida porque con ello se le da al interno la oportunidad de generar ingresos para el sostenimiento de la familia y la construcción de un capital semilla que le permita afrontar su sustento al momento de adquirir su libertad. Con respecto a las circunstancias denunciadas en su momento señaló la Procuraduría que las medidas extremas que habían impuesto perjudicaban a internos de buen comportamiento y que de querer establecer más seguridad “…se podría optar por los brazaletes electrónicos para los internos que se han favorecido con trabajos dentro del Fuerte Militar, el caso de quienes atiendan las granjas agrícolas, prestan servicios o distribuyen bienes de consumo; dispositivo que puede ser suministrado por el INPEC”

Finalmente, la Procuraduría manifestó su disposición de acompañar al Ejército Nacional en todas y cada una de las políticas que se dispongan, siempre y cuando estén acordes con las competencias de la institución

El Ministerio Público señaló que mantiene una investigación previa por los hechos denunciados en Tolemaida por denunciadas irregularidades en centro carcelario militar ubicado en ese lugar.