Cannabis medicinal: ¿la próxima bonanza?

Las necesidades de la gente en muchos países, entre ellos EE.UU., han abierto un nuevo mercado. En los anaqueles de las tiendas de consumo masivo ya es común encontrar el cannabis en diferentes presentaciones para el tratamiento de dolores musculares, jaquecas, problemas digestivos, insomnio o ansiedad.

Es claro que no estamos hablando de marihuana para uso recreativo sino la medicinal, sobre la cual el país avanzó en los últimos años con una legislación que fija las condiciones en que se puede desarrollar el negocio desde el cultivo, hasta la producción y comercialización de extractos del cannabis.

En una crónica de hace unos meses, Ricardo Ávila registraba que un frasco de loción de 750 gramos tenía un precio de 49,99 dólares. En agosto también se reportó el primer envió a Reino Unido de un spray sublingual con cannabidol ---componente no psicoactivo del cannabis-- usado para la relajación o inflamación.

Los cálculos de las proyecciones del mercado a 2025 hablan de un negocio del orden de los 160 mil millones de dólares para atender la demanda de 45 países que le han dado luz verde al uso del aceite de cannabis con fines medicinales, pero lo que se estima es que esa lista crecerá rápidamente.

Fedesarrollo asegura que con las 56 hectáreas sembradas, los ingresos en 2020 por marihuana medicinal podría ser de 99 millones de dólares y saltarían en el 2030, a 2.744 millones de dólares. Hasta hace poco se tenían aprobadas 247 licencias para el cultivo y otras 120 para el proceso de derivados.

Pero en este nuevo negocio muchas cosas parecen estar en proceso embrionario. Crecen las quejas por la demora en los trámites ante los ministerios de Salud y Justicia, el Instituto Colombiano Agropecuario o el Invima. En el gobierno hay una sinsalida para encontrar un ministro ad hoc porque el de Comercio está impedido.