GABRIEL
MUÑOZ LÓPEZ

El Locutor Fantasma cumple 68 años en la radio

Gabriel Muñoz López dice que solo ha vivido 86 años y es difícil creerle: narró los partidos del primer Mundial de Fútbol en que participó Colombia hace más de 50 años; relató cada jugada de la época de El Dorado; Los Panchos lo acompañaron en el nacimiento de su primer hijo; transmitió a Pedro Infante en vivo cantando en un avión para los oyentes de una emisora antioqueña y se inventó Así Canta Colombia, el programa de más larga trayectoria en la radio colombiana. Esta es su historia.

El corazón de Gabriel Muñoz López se acelera al recordar las aventuras radiales de cuando tenía 35 años; una sonrisa le tiembla en la boca, sin animarse a salir. Su voz, como siempre, se mantiene firme y modula los tonos apropiados para dar más emoción al relato.

Recuerdos de una leyenda en la radio

Gabriel Muñoz López tiene voz de bolero y memoria de elefante. Con 86 años, aún recuerda sus inicios en la radio. Por ese tiempo, Manizales era un remanso donde sonaban tangos, bambucos y narraciones de fútbol, que se escuchaban mejor en la casa de Antonio Jota Muñoz, representante de RCA Victor, la marca del perrito que ladeaba la cabeza frente a la bocina de un fonógrafo.

– En casa estaba el radio más avanzado, uno de esos radios grandes, de tubos -cuenta Muñoz López- . Mi papá llevaba el mejor radio a la casa, lógicamente, los discos de moda, la vitrola de cuerda, todo lo moderno.
El brillo de los ojos delata que evocar aquella época ilustre agita emociones en su cabeza, siempre tan bien peinada como la de Carlos Gardel en la foto que preside la sala de su apartamento en Bogotá.

– Los domingos me sentaba a estudiar y sintonizaba en la onda corta a Radio Belgrano, Radio Sport, Radio El Mundo. Oía a los narradores deportivos argentinos narrando fútbol: River - Boca, San Lorenzo - Racing, todos estos grandes clásicos, y yo me fui aficionando. Entonces comencé con los amigos a narrar de memoria, con mi sonsonetico argentino, y ahí se me fue despertando la inquietud.

El fugaz anonimato del Locutor Fantasma

Su debut en la radio fue parte de una aventura clandestina, como corresponde cuando se tiene 18 años. Corría el año de 1945 y mientras el Primer Mundo se desangraba en la Segunda Guerra, la emisora Electra de Manizales organizaba un concurso para elegir su locutor deportivo, porque en esta esquina del mundo que va de La Guajira a La Patagonia, las batallas importantes para la gente son las que libran 22 hombres que corren detrás de una pelota.

Animado por esos amigos que escuchaban junto a él con devoción a los locutores de la onda corta, Gabriel Muñoz López decidió concursar. Para conservar el anonimato por si el experimento salía mal, y también para no disgustar a su padre y eludir los correctivos que pudiera aplicarle, se presentó en Radio Electra con un seudónimo digno de la lucha libre: el Locutor Fantasma.

Cuando le correspondió el turno, hizo lo que pudo para transmitir la emoción de un partido entre equipos que nunca había visto. Fueron los dos minutos más cortos de su vida y terminaron sin que se diera cuenta. Muñoz López pensó que el episodio había salido mal y no estaba del todo equivocado: dentro de poco iba a caerse la fachada que lo mantenía a salvo y tendría que rendir cuentas en su casa.

El Locutor Fantasma pasó a la siguiente ronda y tuvo otros minutos para lucir el estilo que había cultivado oyendo las emisoras de Argentina y Uruguay. Y gustó. Incluso más que la ocasión anterior.

Tanto gustó, que un directivo de Radio Manizales consideró oportuno madrugarle a Radio Electra y contratarlo. Ese mismo día averiguó el nombre que se ocultaba tras la máscara y apenas lo supo fue al almacén de RCA Victor, felicitó a Antonio Muñoz por el talento de su hijo y le ofreció trabajo en la emisora. Pero el dueño del mejor radio de la ciudad no sabía de qué le estaban hablando.

El tiempo de las primeras veces

Pasado el rifirrafe en la casa paterna, Gabriel Muñoz López comenzó a dar sus primeros pasos en la radio manizalita como narrador deportivo, que también serían los últimos como empleado bancario. El 24 de febrero de 1948 cumplió 21 años. Ese año le llegó la mayoría de edad y una oferta para trabajar en Emisora Nuevo Mundo, estación de la cadena Caracol en Bogotá.

Su estreno en el dial capitalino fue con la transmisión de un amistoso internacional entre Independiente Santa Fe y River Plate de Uruguay, que se disputó en la cancha de El Campín. Desde ese día, comenzó a consolidarse como una de las voces más destacadas en la narración de fútbol.

Muñoz López tuvo la misión de registrar, en primera fila, esa etapa gloriosa del fútbol capitalino conocida como El Dorado y le describió al mundo las brillantes jugadas del “Ballet Azul” de Alfredo Di Stéfano, Adolfo Pedernera y Julio Cozzi, que le valieron a Millonarios los campeonatos de 1949 y de 1951 a 1953, cuando el equipo capitalino estaba en la cima del fútbol mundial.

De ese entonces recuerda una anécdota que ocurrió al iniciar la transmisión de un partido entre Millonarios y Santa Fe. El capitán de cada equipo le llevaba un balón al árbitro, que revisaba su buen estado para el juego. Entonces Gabriel Muñoz López pronunció las palabras que, por una fracción de segundo, lo hicieron desear volver a ser el Locutor Fantasma y desaparecer: “Oyentes y amigos, en el centro del campo, el árbitro Ovidio Orrego se tantea las pelotas”. Al día siguiente se encontró con Fernando Londoño, presidente de Caracol Radio, que le recomendó “más cuidado con la tanteada de pelotas”.

En 1954 ya había perdido brillo El Dorado, el fútbol se desplomó en Bogotá y cobró un auge inusitado en Medellín, donde el año anterior se había inaugurado el estadio Atanasio Girardot, con un partido entre Fluminense y Alianza Lima transmitido por Emisora Nuevo Mundo y La Voz de Antioquia. La narración que hizo Muñoz López de ese encuentro fue la cuota inicial para que se decidiera su traslado a la capital paisa.

Al llegar, encontró un público apasionado. Cada domingo, el estadio se llenaba hasta el tope y se hacía más intensa la rivalidad entre Deportivo Independiente Medellín, dirigido por José Manuel Moreno, y Atlético Nacional, que bajo la conducción del argentino Fernando Paternoster consiguió su primera estrella, hace 60 años.

La transmisión del partido estuvo a cargo de Muñoz López, en la narración deportiva, y de Carlos Posada en la voz comercial.

– No se usaba comentarista -refiere-, había locutor deportivo y voz comercial. Se invitaba a un periodista que hiciera un comentario breve y habitualmente el invitado era César Giraldo Londoño, de El Colombiano. Del año 54 hacia acá, con la participación en Copa Libertadores de América, los equipos de Argentina, Chile y Brasil venían con comentaristas y ahí comenzaron a aparecer en los medios colombianos. El primero que tuve en Medellín, fugazmente, fue Miguel Zapata Restrepo, que escribía de política en El Colombiano pero le jalaba mucho al fútbol y al ciclismo.

Sin embargo, la primera vez que más recuerda el Locutor Fantasma es la de la Selección Colombia en un Mundial de Fútbol, el de 1962, que se disputó en Chile.

– La transmisión fue por línea telefónica, puro teléfono, el sistema “single say band”. Estaba uno narrando y de pronto entraba la telefonista: “Hola Río, sí, sí”, y uno quedaba loco y tenía que seguir narrando. Volamos por Air France a Lima -relata- y luego llegamos por tierra a Arica, donde Colombia jugó la primera parte del campeonato contra Yugoslavia, Unión Soviética y Uruguay.

El corazón de Gabriel Muñoz López se acelera al recordar las aventuras radiales de cuando tenía 35 años; una sonrisa le tiembla en la boca, sin animarse a salir. Su voz, como siempre, se mantiene firme y modula los tonos apropiados para dar más emoción al relato.

– Luego de la lesión de Cobo Zuluaga, que marcó el gol de penalti contra Uruguay, lo invité a que me acompañara en la cabina a hacer comentarios. También me acompañó Bob Canel (el hombre de la Cabalgata Deportiva Gillette en EE.UU., que narró toda la temporada grande de Joe Luis y Max Schmeling), como comentarista durante los partidos Uruguay vs Colombia y luego en el histórico 4-4 ante Rusia. Él, casi como nosotros, lloraba de alegría por el resultado.

Así canta Colombia

Todos los días canta mejor, dice Gabriel Muñoz López sobre Carlos Gardel, su ídolo desde que lo escuchó por primera vez, justo después de que falleciera en 1935, en un accidente aéreo en Medellín. Y lo mismo se puede afirmar sobre Así canta Colombia: cada vez suena mejor.

El programa nació un mes de julio de 1954, en La Voz de Antioquia, a la que Muñoz López llegó tras 5 años en la Emisora Nuevo Mundo.

– En los contratos de aquella época uno señalaba específicamente qué iba a hacer, entonces yo era Narrador Deportivo. Y adicionaba el contrato una producción aparte de lo deportivo. Don Alberto Toro Montoya, que era el director artístico de la emisora, me pidió que hiciera un musical y le propuse hacer un programa de música colombiana, que me gusta desde niño.

El amor por la música colombiana viene de la casa paterna, pues los hermanos de Antonio Jota Muñoz tenían una especie de tuna-estudiantina, que cantaba villancicos en Navidad y serenatas el resto del año.

– Los acompañaba desde los 7 años y los oía interpretar bambucos y pasillos -precisa.

Tras un breve silencio, apenas suficiente para tomar aire y pasar saliva, la máquina de recordar retoma el hilo de los recuerdos y Muñoz López relata sucesos de hace 60 años como si hubieran ocurrido ayer.

– Así Canta Colombia nació con unas pastas de 16 milímetros del archivo de La Voz de Antioquia, de los grandes artistas que se habían presentado en vivo. Yo los pasaba en el programa con el disco y se oían aplausos y toda esa cosa. Entonces comenzamos a observar que la gente hacía cola para ir a ver los programas centrales en vivo. Un día le pregunté a una señora por qué venía tan temprano y me dijo: “Es que vengo a ver Así Canta Colombia, nosotros oímos los gritos, la gente, y yo también quiero aplaudir la música colombiana”.

Y llegó un día en que tantas personas hacían fila para ver el programa, que las directivas de la emisora se animaron a trasmitirlo en vivo. A partir de ese momento, Así Canta Colombia tuvo su propia orquesta, dirigida por el maestro Manuel Jota Bernal, y un presupuesto de $ 150 por programa para pagar a los artistas invitados.

– Un dueto o un trío iban a cantar por 50 pesos -recuerda con exactitud de contador- y comenzamos la programación en vivo. Tuve el privilegio increíble de tener en mi programa a los duetos antioqueños que estaban en su gran época: Obdulio y Julián, El dueto de antaño, Espinosa y Bedoya, Ríos y Macías. Luego presenté solistas que cantaban precioso, por ejemplo estaba Gustavo López, Jorge Ochoa, Alberto Osorio, Alba del Castillo que fue una gran soprano. Hacían sus presentaciones en vivo y el programa se ensayaba a la usanza de la época: yo citaba a los artistas a las diez y media de la mañana, tenían que llevar partitura, cantaban con la orquesta, yo los cronometraba y hacía el libreto.

Justamente los libretos son otra marca distintiva de Gabriel Muñoz López. Y es que después de 70 años en la radio ha conocido los más diversos formatos para almacenar audio, desde los discos de acetato de 78 revoluciones hasta los compactos con cientos de canciones en mp3, pasando por los rollos de cinta magnetofónica, los casetes grandes y pequeños, los discos de 45 y de 33 revoluciones; pero eso sí, nunca se animó a cambiar la máquina de escribir, ni el método que le enseñó Álvaro Mutis para elaborar los guiones que usa en cada programa.

– De ahí para acá viene la gran tradición, que cumple 60 años y ha tenido más de 3.000 emisiones. Ya la mayoría de los que pasaron por el programa han fallecido, pero Así Canta Colombia sigue en el precioso horario de la una de la mañana -concluye con alegre ironía Muñoz López.

LIBRETOS A LA ANTIGUA

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RETRATOS

DEL ARCHIVO

Nuevo Mundo

Sonidos de ayer en la radio de hoy

Café Caracol

Hernán Peláez entrevista a Gabriel Muñoz López. 6 de marzo de 2010

Gratos recuerdos de Álvaro Mutis

Tenía una estupenda voz leyendo noticias, dice Gabriel Muñoz López

Narrando el Mundial de Chile 62

Reviva el histórico 4-4 de Colombia ante URSS en la voz de Gabriel Muñoz López.

VIDEOS

Los inicios en 1954
Lo primero que sonó
Horario estelar
Voces y figuras
La colección
Lo mejor de 60 años
Carlos Gardel
Nace una leyenda

ESCRÍBALE A GML

CRÉDITOS

  • Coordinación editorial: Miller Suárez
  • Diseño gráfico y maquetación: William Álvarez
  • Fotografía: Jaime Leguizamón
  • Redacción: Javier Riveros
  • Video: Carlos Alvarado
  • Investigación: Caracol Radio Digital

Agradecimientos

  • John Camacho
  • Leidy Hoyos
  • Norberto Vallejo
  • Laura Velásquez