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Boyacá, en cuidados intensivos

Cierre de clínicas y hospitales, alertas funcionales por sobreocupación y deudas de las EPS, tienen en jaque a la red pública y privada hospitalaria.

Hay pocos médicos con especialización en Colombia.

Hay pocos médicos con especialización en Colombia.(Colprensa/Archivo)

Tunja (Colombia)

El panorama de la prestación del servicio de salud en el departamento de Boyacá se torna cada vez más oscuro.

Boyacá, en cuidados intensivos

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De acuerdo con el secretario de salud del departamento, Germán Pertúz, “las EPS son morosas de las empresas sociales del Estado ni a los prestadores privados. Esa falta de pagos hace un efecto dominó, provocando un bajo flujo de efectivo, que ha llevado a la quiebra a muchos de nuestros hospitales, quienes en este momento se encuentren ilíquidos, generando deuda porque no tienen con qué pagar”.

Las acreencias por cuenta de las EPS a la red hospitalaria del departamento, ascienden a los $320.000 millones, y de ese monto, son $140.000 millones de pesos los que se le adeudan al Hospital San Rafael de Tunja, único de tercer y cuarto nivel que no solamente soporta los pacientes del departamento (población de 19 municipios cercanos), sino algunos de Arauca, Cundinamarca y Casanare. Este hospital incluso elevó la alerta roja el 23 marzo porque desbordó su capacidad para atender y muchos de sus servicios se encuentran saturados.

Pero además, en el departamento, varias clínicas e IPS privadas tuvieron que dejar de atender a las personas del régimen contributivo, debido al incumplimiento de pagos de las EPS.

Esa desfinanciación de los centros asistenciales, ha generado enormes dificultades, ya que estos se han quedado sin musculo financiero para soportar los medicamentos e insumos básicos para atender la elevada oferta de pacientes.

Pertúz aseguró que al menos cinco clínicas han sido en los últimos 12 meses objeto de cierre de servicios, por no garantizar con medicamentos e insumos, personal y elementos técnico-médicos, la atención de calidad y segura a los pacientes, situación que ponía en riesgo alto a los usuarios del servicio de salud.

“Las quejas de los pacientes son enormes, así como crece el número de personas que requieren de los servicios de salud, crecen los reclamos de la gente. Pero pese a la voluntad de los centros asistenciales, no alcanzan a cumplir la normativa para prestar el servicio, y precisamente en cumplimiento de la ley tenemos que actuar, aun cuando conocemos la génesis de las dificultades”, dijo el jefe de la cartera de salud en Boyacá.

Precisó el secretario Pertúz, que su sectorial se encarga de “verificar las condiciones mínimas de habilitación de todos los servicios de las IPS, ESE, clínicas u hospitales, realizamos entonces visitas de inspección, vigilancia y control, y sobre lo que encontremos, tomamos las medida sanitarias de seguridad correspondientes, lamentablemente, en los últimos meses ha sido una constante tener que proceder al cierre temporal de los servicios de varios establecimientos de salud, y en general, nos hemos visto obligados a cerrar, en su mayoría, servicios de urgencias, hospitalización, farmacia, salas de cirugía y de partos”.

La decisión obedece a los hallazgos encontrados por el equipo de Habilitación de la Dirección de Prestación de Servicios, quienes han evidenciado la falta de medicamentos, de dispositivos médicos, dotación, insumos y talento humano, y por numerosos daños en los aparatos médicos en cada centro médico.

Las clínicas que han tenido cierres en los últimos meses son Esimed Tunja y Duitama, la Clínica de Especialistas de Sogamoso, la Clínica Valle del Sol de Sogamoso, la clínica Tundama en Duitama, el hospital de Garagoa, dentro de otros centros asistenciales.

La clínica que más tiempo lleva con sus puertas cerradas, es la clínica Esimed de Tunja, que completó 7 meses sin tener servicios, y que a su clausura, dejó a 400 trabajadores de la salud desempleados.

El resto de las clínicas han recibido las medidas preventivas de cierres desde hace uno y dos meses.

Las clínicas y hospitales que se encuentran con medidas de cierre, tendrán que solucionar los hallazgos en el menor tiempo posible, “para que de esta manera la Secretaría de Salud pueda hacer una visita donde se evidencie el cumplimiento de los compromisos y solución de los hallazgos, que permitirá reabrirlas de manera inmediata. La apertura de los servicios depende única y exclusivamente de la gestión que haga la gerencia de la Clínica, para subsanar los hallazgos encontrados principalmente en el área de farmacia”, dijo Pertúz.

La autoridad de salud en el departamento aseguró que entiende las dificultades por las que pasa la red hospitalaria, pero que los cierres continuarán, si no hay condiciones estrictas para proteger y atender a los pacientes, con el ánimo de evitar que hayan complicaciones mayores al asistir literalmente con la uñas a los usuarios.

LA RED HOSPITALARIA NO DA ABASTO CON TANTOS PACIENTES 

“La red hospitalaria del departamento de Boyacá ya se está acostumbrado a estar en alerta funcional por sobreocupación, ya estamos casi que normalizando el problema, y esto es preocupante, pero es simplemente el resultado de que no sabemos qué más hacer con tantos pacientes, y sin embargo, préstamos a como dé lugar la atención, porque se trata de un tema humano”, sostuvo Lyda Rocío Pérez, la gerente del Hospital San Rafael de Tunja.

EL HOSPITAL SAN RAFAL DE TUNJA

Camillas improvisadas con sillas y decenas de pacientes que esperan en pasillos de urgencias una cama para ser tratados por hospitalización, es parte del panorama que ha tenido el centro asistencial en los últimos días.

Por emergencia funcional de personal médico, administrativo y de servicios generales, el Hospital San Rafael de Tunja declaró la alerta roja, debido a que superó la capacidad de potencial de hospitalizados con respecto al número de camas instaladas en la institución.

“La capacidad de hospitalización que tenemos es de 214 personas por el mismo número de camas instaladas. Sin embargo, en los últimos días, desbordamos la capacidad al máximo, en más de un 60%, con más de un centenar de personas sin poder ser asistidas por la insuficiencia de camas y personal. Preocupa mucho el servicio de gineco-obstetricia, que tiene una ocupación hospitalaria desbordada del 250%, ya que entre 10 y 15 partos diarios están atendiendo los médicos en este centro asistencial”, explicó Pérez.

El hospital busca retomar la normalidad activando su plan de contingencia reduciendo el número de pacientes remitidos, y delegando atenciones de urgencia mínima a la ESE Santiago de Tunja, para descongestionar las instalaciones.

LA CLÍNICA ESIMED TUNJA

El cierre de 10 servicios de la clínica Esimed de Tunja, dentro de los que se incluyen los servicios de farmacia, salas de cirugía, hospitalización y urgencias dentro de otros, completa 7 meses.

Preocupa que el centro asistencial ejercía funciones de tercero y cuarto nivel en la capital de Boyacá, y por eso, ha sido la significativa sobreocupación la red hospitalaria de Tunja, ya que clínicas como Medilaser, Los Andes e IPS privadas, han tenido que soportar a los 230.000 afiliados a Medimás EPS, que eran atendidos en Esimed.

El cierre lo hizo la secretaría de salud del departamento porque Esimed no contaba ni con medicamentos ni con insumos suficientes para atender a sus pacientes, considerándose un riesgo inminente para los usuarios.

Desde entonces, se han disparado las tutelas que buscan la reivindicación de los derechos de la salud en la ciudad.

La personera delegada para asuntos de salud, Sandra Piña, explicó en Caracol Radio que“para la personería este cierre es bastante preocupante conforme avanzan los días, ya que el número de tutelas crece diariamente. Estas tutelas obedecen a la falta de servicio de red de cuarto nivel en la ciudad, y si los usuarios no tienen cómo desplazarse para que estos servicios se los brinden en otra parte, deben acudir a la acción de tutela para exigir transporte, alojamiento o alimentación, en medio de estos temas de remisiones a centros asistenciales de tercero y cuarto nivel”.

Esimed Tunja está prácticamente abandonada, pero sus instalaciones quieren comprarse por la Gobernación de Boyacá y por el Hospital San Rafael de Tunja, para convertirla en la primera clínica Materno Infantil de Boyacá.

Esa propuesta de compra está en proceso, pero la decisión de venta la definirá la Agente Liquidadora de SaludCoop, a quien los proponentes ofertaron una voluntad de compra de las instalaciones de Esimed, por 25.000 millones de pesos.


LA CLÍNICA TUNDAMA

En esta clínica que tiene 54 años de tradición en la ciudad de Duitama, la secretaría de salud de Boyacá, encontró deficiencias e incumplimientos de requisitos mínimos de infraestructura para prestar la atención, y por eso le fueron cerrados 23 servicios.

Además se encontraron algunas deficiencias en consultorios y salas de cirugía, que no estarían en óptimas condiciones para asistir a los usuarios.

El centro asistencial que es de carácter privado, prestaba servicios contratados con varias empresas prestadoras de salud EPS, sobre todo para la atención de consultas de medicina general y prioritaria.

Servicios como el de cirugías y urgencias quedaron suspendidos hasta que la Clínica Tundama, demuestre a la SecretarÍa de Salud de Boyacá, que subsanó sus dificultades, y que acató las recomendaciones en cuando a arreglos a la infraestructura de algunas áreas y en cuanto al mantenimiento de equipos biomédicos en áreas de cirugía y de consulta prioritaria.

Los servicios que sí quedaron habilitados son los de: fisioterapia, inyectología, ecografía y laboratorio clínico.


LA CLÍNICA VALLE DEL SOL

La autoridad de Salud le ordenó la medida sanitaria de cierre parcial de los servicios a esta clínica en Sogamoso.

La decisión obedece a los hallazgos encontrados por el equipo de Habilitación de la Dirección de Prestación de Servicios, quienes evidenciaron la falta de medicamentos, de dispositivos médicos, dotación, insumos y talento humano, y ordenaron el cierre del equipo TAC, por daño en la tarjeta del detector.

Para la autoridad, es necesario subsanar los hallazgos y tomar las acciones correctivas correspondientes, especialmente en el servicio farmacéutico, que no cuenta con el stock suficiente de medicamentos, como lo dispone la normatividad vigente, lo que pone en grave riesgo la seguridad del paciente, por lo que fue necesario tomar las medidas sanitarias.

Por ahora la Clínica puede prestar los servicios de consulta externa de las distintas especialidades médicas habilitadas por la institución, Rayos X, Laboratorio Clínico y actividades de promoción y prevención, las cuales continuarán funcionando normalmente.

A partir de este 1 de abril de 2019, hasta que se subsanen las dificultades, no se puede recibir ningún paciente en la Clínica Valle del Sol S.A., de Sogamoso, hasta que no se subsanen los hallazgos.

S.O.S AL GOBIERNO POR DEUDAS DE EPS

El gobierno departamental solicitó a las autoridades nacionales, adoptar medidas drásticas contra las EPS que incrementan la crisis económica de la red pública hospitalaria de la región.

El secretario de Salud de Boyacá, Germán Pertuz le solicitó públicamente al Superintendente de salud, que ordene el retiro de las EPS que más le deben a Boyacá.

“Necesitamos un golpe de autoridad, necesitamos que tomen unas sanciones drásticas y ejemplares con algunas EPS queestán haciendo presencia en el departamento y que no están cumpliendo ni con la cartera de los hospitales y con los usuarios”, dijo Pertuz.

Emdisalud es la EPS más deudora en Boyacá, y por eso se concina su expulsión del departamento. Y es que a mediados de marzo del 2019, representantes y gerentes de hospitales de 39 municipios de Boyacá, señalaron que son víctimas del incumplimiento de los compromisos de la EPS Emdisalud entorno a una deuda de $60.000 millones de pesos, y acusan a la EPS de problemas como el de ausencia de la red, mala prestación de los servicios a más de 50.000 pacientes, además de malas prácticas de esa entidad.

Emdisalud tiene una deudade cartera con el hospital San Rafael de Tunja de aproximadamente $30.000 millones, en circular 030 cruzan más o menos $20.000 millones, sin embargo se les pidió compromisos de $15.000 millones, hicieron compromisos para pagar $100 millones mensuales que nos daría 15 años para pagar la deuda. Ante este complejo panorama, los gerentes y la Secretaría de Salud diseñará un expediente basado en la última inspección de vigilancia en la que se evidencia todas las falencias que tiene la EPS Emdisalud, y firmadas por su representante legal en Boyacá”, explicó el secretario de salud de Boyacá, Germán Pertuz.

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