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Columna de opinión de Rafael Vergara Navarro

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04:53

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Cartagena de Indias

Amaneciendo, él, un ser de luz, a los 53 años se apagó. No así su tesón, saberes y pasión. Con su cuerpo frágil y la voz de trueno que nos conmovió, sembró ternura, convicción y amor. Balanta, cartagenero raizal, es ejemplo del compromiso, la creatividad y decisión de vivir dando de si sin pedir permiso.

Incansable, batallador, expresión de africanidad y memoria de pueblo trabajador, se impuso por años a la diabetes que consumió su cuerpo, no su voluntad de hacedor de sueños y reivindicaciones.

“She she ba sheshe” como saludaba, traduce alma guerrera, su guía en la múltiples facetas de su ciclo vital: reportero radial y periodista, militante, defensor de derechos humanos y protector de las comunidades afros, dirigente político y social, poeta y orador excelso.

Consciente de la diáspora africana, con su apellido encontró el origen, mutando espiritualmente a la observancia Yoruba; cambió de vestimenta y proceder, practicando en su formación la santería para a ser un Babalao. En una sus crisis la vivencia curativa en Cuba fue de cuerpo y alma.

Su coherencia afro, el rigor que le conocimos se fortalece allí, en el darse generoso a los demás con total transparencia y dedicarle la vida a la formación de conciencia en la juventud. Hombre bueno orientó la ética política que lo movía a vencer el racismo, la exclusión y la inequidad, convirtiéndose en opositor con propuestas, conocedor y defensor de la ley 70 y las consultas previas justas. Sólido defensor del derecho de los afros al espacio público del Centro, algún día con ironía criticaba que a su raza pretendieran impedirle el disfrute de la noche en ese espacio.

Guerrero al fin, su vida fue dura. Amenazado por periodista y militante de la UP, luego de refugiarse en Venezuela, regresó a Cartagena reencontrándonos a inicios del siglo. En 2008 nos hermanamos en la lucha por la alcaldía y una gobernación que perdimos por ingenuos. Siempre fue un gusto apoyarnos y compartir luchas y utopías. Respaldé su búsqueda de llegar al Concejo y la decisión de asumir la dirección de la UP en Bolívar y la ciudad. Batallamos por el Sí a la paz y la implementación del Acuerdo.

En el hoy tan actual ejercicio de Visión Cartagena convocado en 2012 por Funcicar, ambos sobrevivimos al descarte de políticos que hacían los 2.700 participantes. Con ahínco respaldó la reubicación de las 26 mil viviendas en alto riesgo, de la que poco se habla, y fue escogido como orador en la pluriclasista audiencia de resultados. Vestido de blanco, elegante, como yoruba, su voz profunda retumbó y su reflexión impecable y constructiva capturó a tan diversa audiencia. Publicarla hoy será un valioso homenaje.

La Mutual Ser lo atendió con amor pero en la espera de otro corazón Balanta partió. El suyo de poeta seguirá latiendo en esta lucha colectiva por la verdad, la justicia y la paz.

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