El “socio” holandés del Clan del Golfo
Un supuesto empresario de las frutas se convirtió en un excéntrico millonario y enlace de esta banda criminal en Europa.
Paulus Adrian Van, posaba de mercader. Se ganó la confianza de empresas de envíos con grandes importaciones de fruta en Holanda, pero su ostentosa vida en la ciudad de Oosterhout llamó la atención de la DEA.
Lo investigaron y descubrieron que entre las frutas que simulaba importar, el ingrediente principal era la cocaína.
“Constantemente efectuaba viajes por el Mediterráneo y visitaba algunos puertos y bodegas para almacenar la fruta que adquiría en grandes volúmenes en aparentes operaciones legales, que le permitieron ganar la confianza de empresas navieras en Europa”, explicó la Policía Antinarcóticos de Colombia.
El supuesto empresario de las frutas era representante legal de Wanrroy, una multinacional con sede en Panamá hasta donde llegaron los investigadores para grabar un encuentro de los directivos de esa empresa con miembros del Clan del Golfo.
Los agentes de la Dea y la Policía de Colombia establecieron que Paulus Adrian se convirtió en el enlace, en temas de narcotráfico, con el Clan del Golfo. Recibía los envíos de cocaína mezclada en las exportaciones de fruta, por eso lo capturaron en Holanda.
“La DEA, basada en algunos indicios, fijó la mira en la cadena de importaciones y exportaciones del empresario europeo, representante legal de la empresa Wanrroy”, señaló la Policía de Colombia.
Dos cargamentos de cocaína fueron descubiertos por las policías de Holanda y Colombia. 7,5 toneladas fueron incautadas en bodegas que el falso empresario destino para almacenarla y que dieron paso a una operación internacional contra el tráfico de drogas que hasta el momento deja 15 personas capturadas y que se conoció como la ‘Operación Van Der”.
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