La lucha de Italia contra los barcos de migrantes en el Mediterráneo

Debido a su cercanía con la costa de África, Italia se ha convertido en uno de los destinos de llegada de migrantes que cruzan el Mediterráneo para llegar a Europa. Durante varios años el país fue de paso para llegar a otros territorios, pero en los últimos meses, sus dirigentes señalan que están generando un “alto costo social y económico”.

En medio de la crisis interna del país, el gobierno fue asumido por la formación de la derechista La Liga y el Movimiento 5 Estrellas. Desde que esa coalición asumió, prometió reducir la inmigración y construir más centros de detención para permitir mayor cantidad de deportaciones. Eso ha generado preocupación en personas que ya se encuentran en el país y temen una mayor persecución.

Ver También:  Polonia reafirma política de control migratorio negando acoger refugiados

Las primeras acciones de ese gobierno se han visto reflejadas en el rechazo al barco Aqcuarius que llevaba 629 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo y que Italia no permitió que ingresara por sus puertos, por lo que tuvo que desembarcar en España.

Un caso similar ocurrió con el buque de la ONG alemana Lifeline, que llevaba 224 migrantes rescatados y al que el ministro del Interior, Matteo Salvini, impidió que llegara a sus costas. Incluso dio una polémica declaración, diciendo que llevaba “carne humana” a bordo.

En junio de 2017 ese país le dio un ultimátum a la Unión Europea señalando que más de 12.000 migrantes habían llegado a su territorio durante esos meses. Pidió ayuda al bloque continental para tomar medidas e incluso señaló que estaba pensando en cerrar sus puertos para evitar la llegada de más barcos, pues calculaban que el ingreso de migrantes podría aumentar a 200.000.