Polonia reafirma política de control migratorio negando acoger refugiados

Desde el 2017, el líder del partido polaco Ley y Justicia, Jaroslaw Kasczynski, declaró que Polonia rechaza acoger refugiados asegurando que “no han explotado ningún país de los que proceden los refugiados, no han utilizado su fuerza de trabajo y no los han invitado a Europa” por lo que tienen derecho moral a negarse.

Ante esto, desde la Comisión Europea se emprendieron acciones legales contra Polonia, Hungría y República Checa por negarse a acoger a solicitantes de asilo, a lo que a comienzos de año, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, declaró mantendrían su postura.

El primer ministro destacó que Polonia sigue contribuyendo en la reducción de tensiones en la frontera oriental de la Unión Europea, recibiendo cientos de miles de refugiados ucranianos, por lo que no merecen recibir multas por negarse a recibir y reubicar solicitantes de asilo.

Morawiecki ha defendido que Polonia no niega ayudar, pues es uno de los países miembros del bloque europeo más activos en Siria y el norte de África en apoyo económico y humanitario, pero que su postura de no recibir refugiados no es un rechazo a Europa, sino una reafirmación de su soberanía.