Internacional

Raúl Castro, reformas, apertura y varios retos

El hermano de Fidel Castro gobernó desde 2008 y dejará el poder este 19 de abril.

Raúl Castro

Raúl Castro (AP)

Siempre al lado del poder y ministro de las Fuerzas Armadas de Cuba desde 1959, Raúl Castro llegó a la presidencia de esa isla en 2008 y se convirtió en el primer secretario del Partido Comunista en 2011, asumiendo así las funciones que durante varias décadas ejerció su hermano Fidel.

Después de 10 años al mando decidió retirarse, cumpliendo una promesa de no gobernar por más de dos períodos y dejando por primera vez a la isla sin un gobernante de apellido Castro en casi 60 años.

Fue elegido presidente de forma oficial por la Asamblea Nacional del Poder Popular en 2008, aunque ya llevaba casi dos años ejerciendo el cargo de forma interina. Casi de inmediato implementó medidas que para los cubanos significaron avances, como permitirles acceder a teléfonos móviles, al alquiler de vehículo o a los hoteles.

También llevó a cabo reformas políticas con la desaparición de algunos ministerios, la fusión de otros y el reemplazo de la mitad de los ministros. Comenzó un programa para entregarles tierras a los agricultores y modificó programas sociales que les entregaban beneficios a los ciudadanos.

Llevó a los cubanos la posibilidad de acceder a internet, esto mediante una red pública que aunque tiene algunas deficiencias, les permite comunicarse con familiares en el exterior y conocer nuevos contenidos. Dio la oportunidad a algunas iniciativas privadas y de esa forma los pobladores llegaron manejar negocios que bajo su hermano Fidel no se podían imaginar.

Un papel importante tuvo en las relaciones internacionales de Cuba, en donde desde el comienzo se mostró dispuesto a hacer acercamientos con el Gobierno de Estados Unidos.

Fue así como el 17 de diciembre de 2014 anunció el restablecimiento de las conversaciones con ese país, bajo el gobierno de Barack Obama, que llevaban casi 50 años congeladas. En un acuerdo histórico establecieron puntos económicos, de turismo, intercambio comercial y derechos humanos. Además del intercambio de prisioneros, de opositores y activistas que durante años lucharon por la libertad en la isla.

Sin embargo los progresos quedaron detenidos cuando en junio de 2017, el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió cambiar nuevamente la política hacia Cuba, revirtió algunos acuerdos y decidió mantener el embargo.

Raúl Castro además afianzó relaciones con sus aliados en América, fortaleció los vínculos con China y Rusia y llevó a cabo algunas giras internacionales.

Aunque se considera que en sus 10 años de gobierno hizo progresos y hay cambios que son evidentes para quienes visitan La Habana, especialistas aseguran que aún quedan grandes retos en materia económica. En los últimos años la isla tuvo un crecimiento por debajo de lo esperado, y una parte de los profesionales se han ido a otros territorios, dejando un sistema productivo envejecido y con problemas para el desarrollo.

En materia de derechos humanos persisten los reclamos, especialmente por parte de Estados Unidos, para que garantice las condiciones de vida de los opositores, evite la represión y las detenciones. Mientras desde el exilio, alguno aún denuncian la dictadura y los métodos de gobierno.

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