Así se vivió el segundo día del Estéreo Picnic 2018
Gorillaz regaló un nuevo lema al festival: “Love forever, love is free”, al final siempre se trata de eso, de compartir amor a través de la música y regalar libertad en un espacio como ningún otro; la agrupación ofreció un concierto que se encaramó en el podio de los corazones de los miles y miles de fanáticos.
Las puertas se abrieron con el tecno atmosférico de BleePolar, El productor bogotano Luis Felipe Hernández de la mano de sus decks y un dJ acompañante abrió el escenario con una variedad de beats metaforizando la diversidad de música que aún nos falta por oír.
Cynthia Montaño llego desde Cali directamente al escenario principal, el ánimo revolucionario de una mujer absolutamente empoderada en escena, llevan a que las raíces sonoras de la cantante terminen siendo un mensaje de reconciliación.
Seguidamente llego el turno de Ácido Pantera, el dúo de productores bogotanos se hizo al escenario con una fusión electrónica entre sonidos raizales y agudos sintetizadores.
Moügli en debuto con tanta algarabía que parecía un Mundo Distinto, dejó claro que su futuro en la escena solo será ascendente.
Ondatrópica la agrupación que reúne todo lo bueno de la escena colombiana., raíces, mujeres fuertes, innovación rítmica, experimentaciones en medio del folclor y dos grandes padrinos de nuestros sonidos: Will Holland y Mario Galeano, el himno que todos los asistentes corearon fue “Bogotá”, esa oda a la bella, avasallante y lluviosa capital de Colombia.
Bomba Estéreo una agrupación ícono nacional, el cóndor colombiano que ha sobrepasado los aires de nuestro continente y se ha dado a reconocer globalmente. Li Saumet y Simón Mejía tuvieron una sus primeras grandes experiencias en vivo en 2010 cuando Un Mundo Distinto apenas veía la luz, ocho años después de mostraron ser un headliner de altura con un público rendido a sus talentos y un set cargado de hits coreados y bailados hasta el hartazgo.
De La Soul a los los brazos del Escenario con clásicos del hip hop, humor en rima y una toma aterradora del escenario, la Máquina Camaleón demostró que en Ecuador se están fraguando los orígenes de la nueva bomba sonora de América Latina
Al iniciar conquisto el publico la pereirana Kali Uchis, la esmeralda más brillante de Colombia, se ganó el corazón de los miles asistentes que cumplieron la cita con esta artista de talla universal; con una puesta en escena tan luminosa como ella, Kali demostró por qué hace parte de la élite del pop americano, ella fue la primera parte de una noche inolvidable.
Bonobo, con su ensamble en vivo, demostró que para estar en la cúspide de la electrónica contemporánea hace falta volar; un recorrido perfecto que hizo vibrar las fibras más sensibles de nuestro espíritu, llevándonos a breves catarsis que sólo nos dejaban espacio a la contemplación. Una atmósfera inefable, un verdadero arrullo al deleite musical.
Gorillaz regaló un nuevo lema al festival: “Love forever, love is free”, al final siempre se trata de eso, de compartir amor a través de la música y regalar libertad en un espacio como ningún otro; la agrupación ofreció un concierto que se encaramó en el podio de los corazones de los miles y miles de fanáticos.
Las puertas se abrieron con el tecno atmosférico de BleePolar, El productor bogotano Luis Felipe Hernández de la mano de sus decks y un dJ acompañante abrió el escenario con una variedad de beats metaforizando la diversidad de música que aún nos falta por oír.
Cynthia Montaño llego desde Cali directamente al escenario principal, el ánimo revolucionario de una mujer absolutamente empoderada en escena, llevan a que las raíces sonoras de la cantante terminen siendo un mensaje de reconciliación.
Seguidamente llego el turno de Ácido Pantera, el dúo de productores bogotanos se hizo al escenario con una fusión electrónica entre sonidos raizales y agudos sintetizadores.
Moügli en debuto con tanta algarabía que parecía un Mundo Distinto, dejó claro que su futuro en la escena solo será ascendente.
Ondatrópica la agrupación que reúne todo lo bueno de la escena colombiana., raíces, mujeres fuertes, innovación rítmica, experimentaciones en medio del folclor y dos grandes padrinos de nuestros sonidos: Will Holland y Mario Galeano, el himno que todos los asistentes corearon fue “Bogotá”, esa oda a la bella, avasallante y lluviosa capital de Colombia.
Bomba Estéreo una agrupación ícono nacional, el cóndor colombiano que ha sobrepasado los aires de nuestro continente y se ha dado a reconocer globalmente. Li Saumet y Simón Mejía tuvieron una sus primeras grandes experiencias en vivo en 2010 cuando Un Mundo Distinto apenas veía la luz, ocho años después de mostraron ser un headliner de altura con un público rendido a sus talentos y un set cargado de hits coreados y bailados hasta el hartazgo.
De La Soul a los los brazos del Escenario con clásicos del hip hop, humor en rima y una toma aterradora del escenario, la Máquina Camaleón demostró que en Ecuador se están fraguando los orígenes de la nueva bomba sonora de América Latina
Al iniciar conquisto el publico la pereirana Kali Uchis, la esmeralda más brillante de Colombia, se ganó el corazón de los miles asistentes que cumplieron la cita con esta artista de talla universal; con una puesta en escena tan luminosa como ella, Kali demostró por qué hace parte de la élite del pop americano, ella fue la primera parte de una noche inolvidable.
Bonobo, con su ensamble en vivo, demostró que para estar en la cúspide de la electrónica contemporánea hace falta volar; un recorrido perfecto que hizo vibrar las fibras más sensibles de nuestro espíritu, llevándonos a breves catarsis que sólo nos dejaban espacio a la contemplación. Una atmósfera inefable, un verdadero arrullo al deleite musical.
Gorillaz regaló un nuevo lema al festival: “Love forever, love is free”, al final siempre se trata de eso, de compartir amor a través de la música y regalar libertad en un espacio como ningún otro; la agrupación ofreció un concierto que se encaramó en el podio de los corazones de los miles y miles de fanáticos.
