Gobierno se opone a las corridas de toros
El ministerio del Interior le pidió al presidente de la Cámara que convoque los debates de la iniciativa que fue radicada en el 2017.
Luis Ernesto Gómez, viceministro del Interior(Cortesía)
El despacho del ministro Guillermo Rivera expidió un comunicado en el que se une al clamor de colectivos animalistas para rechazar la fiesta brava que se reanuda este fin de semana en Bogotá y que se practica en varias regiones del país.
Recordó que la fiesta brava se está extinguiendo por decisiones judiciales y un cambio en la cultura ciudadana. De acuerdo a las cifras presentadas por el Consorcio Colombia Taurina, mientras en la década pasada se vendían en la capital entre 50.000 y 70.000 entradas, en el 2017 solo fueron 28.000. De igual forma han sido canceladas temporadas taurinas en ciudades como Cartagena.
Advirtió que la Corte Constitucional, también se ha pronunciado para que el Congreso legisle sobre la materia. En el 2010 con la Sentencia 666 y en 2017 con la Sentencia C - 041 donde le da plazo hasta el 10 de mayo de 2019 para que cumpla con lo ordenado. De no hacerlo, prácticas como estas en la que se maltrata al animal causándole la muerte y lesiones que menoscaban gravemente su salud se sancionarán con penas de prisión de 1 a 3 años; entre otras inhabilidades y multas, de acuerdo a la Ley 1774 de 2016.
Por lo anterior, hacemos un llamado al presidente de la Cámara de Representantes, Rodrigo Lara, quien recibió a finales del año pasado 90.000 firmas ciudadanas para que se den todas las garantías y continúe en el primer orden de la agenda legislativa del 2018, con el segundo debate del Proyecto de Ley 271 de 2017 “Por el cual se eliminan las prácticas taurinas en el Territorio Nacional…” que también incluye programas de sustitución e integración laboral para las personas que se dedican a esta actividad.
Colombia es uno de ocho países del mundo donde aún se permiten las prácticas taurinas, una expresión de violencia y crueldad contra los animales.
Finalmente hizo un llamado a todos los ciudadanos para que realicen sus manifestaciones, a que lo hagan de manera organizada y pacífica. La temporada taurina del año pasado en Bogotá requirió a más de 3000 uniformados. Esa excesiva seguridad nos cuesta, a los ciudadanos, casi cuatro veces más que la dispuesta en un clásico de fútbol.
