Política

Sobre la locura de Trump

El supuesto problema de locura de Donald Trump, sigue preocupando a los estadounidenses.

Tras los buenos resultados de los exámenes médicos de Trump, hay quienes critican su estado mental.

Tras los buenos resultados de los exámenes médicos de Trump, hay quienes critican su estado mental.(AP Imágenes)

Colombia

Después de un año de gobierno, muchos se están preguntando si al presidente de Estados Unidos le está ‘faltando una tuerca’. Recientemente CNN informó, que un grupo de médicos le escribió una carta al doctor de Donald Trump, Ronny Jackson, pidiéndole que además de los exámenes médicos que el presidente se iba a hacer, era oportuno que se le realizaran exámenes mentales.

Sobre esa carta, la Casa Blanca se ha limitado a presentar los exámenes médicos del presidente, citando resultados que muestran que está en perfecto estado de salud y no tiene problemas cognitivos.

Otro rumor sobre problemas mentales de Donald Trump, surgió con el libro ‘Fuego y Furia, en la Casa Blanca de Donald Trump’. En la publicación, que ya supera un millón de copias vendidas y se va a traducir a más de 30 idiomas, Michael Wolf dibujó al presidente como un mandatario caótico, incompetente y que se guía por instintos.

Acto seguido el presidente convocó una reunión pública con senadores republicanos y demócratas donde posó de ecuánime y sensible, justo para que los ciudadanos vieron en televisión nacional que los rumores eran mentira.

Es recurrente entre los periodistas en Washington, que el presidente está muy pendiente de lo que dicen los medios de comunicación, y basa gran parte de su política pública en generar antagonismos y responder a las acusaciones de los medios. Razón por la que muchos creen que está loco.

La tercera manifestación de algún tipo de problema psicológico o mental del presidente vino de su mismo secretario de Estado Rex Tillerson. Este habría dicho, según varios medios, que el presidente era un tarado. Palabras que Tillerson tuvo que salir a negar, diciendo que él nunca había hecho esa afirmación.

Sin embargo, Trump lo tomó como personal y retó a Tillerson a que se hicieran un examen inteligencia. “Seguramente yo le ganaría”, dijo el presidente en una entrevista. Se refería al examen QI.

Como sea, la de Trump es una personalidad que deja muchas dudas y que pone en riesgo la legitimidad y credibilidad del gobierno, porque todos los asuntos parece tomárselos de manera personal y son estas batallas las que van abriendo el camino de percepción de locura en la opinión pública. Además, la política queda subyugada a la reacción o capricho personal.

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