Salud y bienestar

La pornografía ha salvado el matrimonio de Robbie Williams y Ayda Field

El cantante utiliza este tipo de videos como herramienta para desahogar tensión y evitar serle infiel a su esposa.

Robbie Williams y Ayda Field

Robbie Williams y Ayda Field(Bang Media)

Hace tan solo una década, pocos habrían apostado porque Robbie Williams -famoso por su reputación de mujeriego- pudiera sentar cabeza. Sin embargo, el cantante lleva ya siete años felizmente casado con la guapa actriz y presentadora Ayda Field, madre de sus dos hijas, una etapa durante la que además ha protagonizado un cambio radical, dejando de lado sus adicciones pasadas, para abrazar un estilo de vida más sano.

En el éxito de su unión con la guapa estadounidense ha jugado un papel muy importante la pornografía, sin el que considera que su voluntad para ser un hombre de familia habría flaqueado hace tiempo.

"Creo que la pornografía ha ayudado a nuestra relación. No creo que sea adicto a él, pero sí considero que se trata de una herramienta necesaria para que yo no dañe nuestra relación", ha confesado el artista en una entrevista al periódico Sunday Times.

En concreto, el británico utiliza los vídeos para adultos como un remedio para evitar males mayores, es decir, serle infiel a su esposa, ya que como él mismo recuerda, en su caso está más expuesto a la tentación que el resto de los mortales.

"No es que te den precisamente una medalla o un premio por ser fiel, pero deberían, al menos a mí, porque estoy expuesto a una cantidad considerable de admiración. Me subo a un escenario en un estadio lleno de gente que tiene mucho cariño, y algunas de esas personas son muy atractivas. Deberían darme un premio por no acostarme con ninguna de ellas", ha apuntado.

Consciente de cuáles son sus debilidades y puntos flacos, Robbie evita directamente pasar tiempo a solas con otras mujeres que no sean su esposa

"Si me quedo demasiado tiempo en un bar, al final voy a beber algo. Si paso demasiado tiempo en el barbero, al final me cortaré el pelo. ¿Confío en mí mismo lo suficiente como para pensar que no me voy a tomar una copa? ¿Confío en mí mismo cuando estoy frente a un montón de cocaína? Sé que la esnifaré en algún momento. Así que no, no me fío de mí mismo. Pero he aprendido que puedo resistirme y que me sentiré mejor si lo hago. Lo mismo sucede con las mujeres. Cuando no estoy de gira resulta más sencillo", ha reconocido.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad