Los últimos respiros de Elvis Presley

Elvis Presley, el rey del Rock and Roll cumple 40 años de fallecido, y aunque su partida haya dejado miles de seguidores tristes, vale la pena recordar que sus últimos años no fueron llenos de grandeza.

Para el artista estadounidense su adicción, sus problemas de obesidad, que le generaba hipertensión y principio de glaucoma; construían un vocalista no muy reluciente.

En sus continuas y últimas giras, organizadas por su manager, el coronel Tom Parker, relucía a la luz pública como un cantante enfermo, adicto, tartamudo y que olvidaba o improvisaba en sus propias canciones. Ante estas series de presentaciones, el artista generó un malestar entre sus fans para sus últimos años de carrera artística.

Adicional a la situación de salud, Elvis había terminado su matrimonio con Prisilla, lo cual generó en él un sinfín de novias no formales, con las que establecía una relación infantil. Entre ese juego de amores, Ginger ingresó en su vida y fue la novia más estable que tuvo después de su gran amor, además la primera testigo de su muerte.

El diario El País de España, asegura que Elvis estaba en su casa tratando de consolidar el sueño después de una celebración, al artista le costaba dormir por sus medicamentos y además necesitaba descansar porque al día siguiente debía viajar para una gira, evento al que invitó a su pareja pero que ella se negó rotundamente.

Varias fuentes afirman que ante la negativa y su situación de adicción, Elvis, rondando las 4 a.m. de esa noche, decidió ir al baño a leer para cansar su cuerpo y poder dormir. Le dijo a Ginger: “Iré al baño a leer”, a lo que ella respondió afirmativo, pero le solicitó que no se demorará.

Alrededor de las 2 p.m., Ginger despertó y notó que Elvis no estaba en la cama, entonces fue cuando se dirigió al baño y contempló a Elvis botado, con su cabeza sumergida en un charco de vomito: Elvis había fallecido de sobredosis.