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Mosul, Alepo y el fin del mundo

Simbolizan ambas urbes el apocalipsis que sobrevino sobre Irak, Siria y otras regiones del medio oriente.

Mosul, Alepo y el fin del mundo

Mosul, Alepo y el fin del mundo(EFE)

En la épica obra “La Guerra del Fin del Mundo” de Mario Vargas Llosa un grupo de campesinos y marginados de la sociedad brasileña al mando de una figura mesiánica se sublevan contra el orden establecido y presas del fanatismo terminan masacradas por las “fuerzas del orden”. Ese fue el fin del mundo. Alepo y Mosul ciudades gemelas en sus tragedias están padeciendo su propio “fin del mundo”. Simbolizan ambas urbes el apocalipsis que sobrevino sobre Irak, Siria y otras regiones del medio oriente tras la invasión americana al primero y la posterior primavera árabe, convertida tras el paso del tiempo en un cataclismo del cual no se vislumbra salida alguna.

La batalla por Mosul, segunda ciudad de Irak ocupada desde junio de 2014 por ISIS, organización sunita yihadista que declaró en esa ciudad el establecimiento del Califato, concluirá en algún momento con la expulsión de ISIS y queda solo por ver que tan destruida quedará la ciudad, cuantos civiles morirán y cuantos desplazados se unirán a los millones que ya deambulan por la región sin esperanza, ni destino y sin que a nadie le importen.

Mas truculenta aun es la batalla geopolítica que bulle y que arreciará una vez el último combatiente de ISIS se inmole. Actores locales, regionales y globales se lanzarán como pirañas por su botín. Los Kurdos quienes más valientemente han luchado contra ISIS querrán su parte en Mosul, asegurar para siempre la cercana ciudad petrolera de Kirkuk que ya controlan y profundizar su autonomía hasta algún día separarse de Irak y proclamar la independencia de su tan ansiado Kurdistán. Las milicias shiitas iraquíes apoyadas por Teherán manejan su agenda propia y querrán su “parte de la torta” en la sunita Mosul, además de, cómo declaró uno de sus comandantes: “extraer venganza contra los sunitas por la muerte del Imam Hussein” en referencia a Hussein hijo de Ali padre del Islam shiita, asesinado en estas tierras hace unos 1400 años. Los sunitas que se oponen a ISIS querrán asegurar que Mosul quede como la mayor ciudad sunita en Irak para lo cual tendrán que neutralizar a las milicias shiitas.

Irán fortalecido geopolíticamente y con amplio control sobre el gobierno de Irak querrá asegurar que Mosul no quede en manos hostiles. Turquía que ha movilizado tropas a Irak, ha advertido que Mosul constituye un objetivo estratégico y no permitirá que las milicias shiitas tomen control de la ciudad aunque evitará en la medida de lo posible una confrontación directa con Irán. Arabia Saudita, que apoyó a ISIS en su génesis y se encuentra ocupada asesinando civiles a dos manos en Yemen para ayudar al gobierno pro-saudí a recuperar los extensos territorios que hace unos dos años ocuparon los Houtties shiitas apoyados por Irán, observa con temor la “iranización” de Irak aunque mucho no pueda hacer para evitarlo.

Para Estados Unidos la ocupación de Mosul por parte de ISIS fue la demostración última del fracaso de la invasión y derrocamiento de Saddam Hussein y por cuestión de “orgullo nacional” más que amenaza estratégica real, completa ya dos años bombardeando objetivos de ISIS en Irak – también en Siria-, pero una vez la ciudad caiga no parece tener una estrategia para el “día siguiente” como no la ha tenido para otras ciudades con suerte similar como Ramadi y Faluya las que una vez “liberadas” del yugo de ISIS quedaron destruidas, despobladas y su población sunita expuesta a atrocidades por parte de las milicias shiitas. Lo “bueno” de Mosul ocurrirá una vez ISIS pierda la ciudad y comience la confrontación entre todos los que participaron en la batalla contra a los yihadistas. “Elemental geopolítica mi querido Watson”.

Al otro lado de la inexistente frontera entre Siria e Irak esta Alepo la otrora orgullosa, multiétnica, multireligiosa y vibrante capital comercial de Siria o lo que queda de ella tras cinco años de guerra y tras la desatada furia genocida de Assad y Rusia ensañándose con la ciudad y sus habitantes. Assad miembro de la minoría gobernante Alauita shiita, busca retomar el control completo de las ruinas de Alepo, última zona urbana en poder de los rebeldes que hace más de cinco años se levantaron contra el régimen, ayudado por los cazas rusos que aplican la estrategia de tierra arrasada que Putin utilizó en Chechenia.

Siria se convirtió en el “agujero negro” de la comunidad internacional. Allí fenecieron sus instituciones y principios: Naciones Unidas, la Liga Árabe, la Responsabilidad para Proteger, el respeto a los derechos humanos, la prohibición de utilización de armas químicas, la protección de niños, hospitales, colegios, mezquitas, iglesias y panaderías. La rapiña arrecia en lo que fue Siria. Los kurdos controlan tres enclaves al nororiente del país, diversas milicias rebeldes ocupan diferentes fracciones del territorio especialmente al noroccidente mientras que las fuerzas armadas de Turquía penetraron a Siria recientemente con la excusa de combatir a ISIS pero con el objetivo real de limitar los territorios en poder de los kurdos. Hezbollah, la organización terrorista shiita libanesa testaferro de Teherán controla también su “tierrita” adyacente a la frontera con Líbano. Irán defiende sus intereses y al régimen de Assad con miles de combatientes en el terreno. ISIS aún controla la ciudad de Raqqa y extensos territorios al oriente mientras que Israel hace los suyo para evitar que su frontera con Siria en el Golán caiga en las garras de Hezbollah e Irán o que sofisticado armamento sea trasportado al Líbano a engrosar el ya gigantesco arsenal de Hezbollah que apunta contra el Estado Judío.

Estados unidos anuncia la pronta ofensiva para sacar a ISIS de Raqqa ciudad de población sunita, capital del califato declarado por ISIS hace dos años. La gran cuestión es quien va a controlar la ciudad un vez ISIS sea expulsado. No podrá revertir a Assad ni a los kurdos y entre la mayoría sunita del país no hay un grupo representativo que tenga la capacidad de gobernar y proteger los territorios sunitas hoy en poder de ISIS y que bien podrían ser la próxima víctima de los bombardeos indiscriminados de Rusia y Assad una vez concluyan la destrucción de Alepo.

Se cierra un capítulo en la historia de Alepo y Mosul dos ciudades con un virtuoso pasado, un infernal presente y sin futuro. “Elemental geopolítica mi querido Watson”.

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