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La fiesta nacional

Hoy a las 12 de la noche comienza en cese bilateral al fuego y de hostilidades definitivo.

La fiesta nacional

La fiesta nacional(Colprensa/Archivo)

Después de 52 años de confrontación armada la guerra está llegando a su fin. 7.3 millones de desplazados, 33 mil secuestrados, 87 mil desaparecidos y cerca de 200 mil homicidios después, una guerra de medio siglo está llegando a su fin, una guerra en la que participaron guerrilleros, agentes estatales y paramilitares. Hoy Colombia está cerrando ese horrible capítulo de su historia. Hoy es el día de la fiesta nacional.

El último cese al fuego bilateral se había dado en la década de los ochentas del siglo XX. Hace 30 años, y se había dado en medio de una negociación de paz, esta vez se da para finalizar la negociación, es decir, no hay duda del mismo. Aquellas imágenes de tomas a cabeceras urbanas, destrucción de comandos de policía, campos minados, personas con amputación debido a minas antipersonales, se van a acabar. Hoy se podría decir, es el inicio de un nuevo camino, después de superar la parte más dura de la ruta.

Llegó un momento, por ejemplo, en el Sur del Tolima, en que se sembraron más de 5000 mil minas antipersonales, era imposible caminar hacia las fuentes de agua. O el Municipio de Samaniego en Nariño, donde caminar unos metros por fuera de una casa rural era sinónimo de perder una pierna. También hubo meses completos en que los campesinos del sur del Meta en pleno Plan Patriota, no vivieron una sola noche sin que cayeran bombas al lado de sus casas. O también hubo momentos, en plena expansión paramilitar en el sur de Bolívar en el que el negocio más rentable era vender motosierras y ataúdes.

Colombia desde ahora entrará en un camino duro de catarsis social, de abrir los ojos y ver todo lo que sucedió y se hizo con la disculpa de la guerra. Nos daremos cuenta, entre otras cosas, que los cementerios más grandes de este país son los ríos, allí se botaron miles de víctimas de esta guerra fratricida. También nos daremos cuenta que en este conflicto, mucha gente tuvo que ver, como dice la frase bíblica “el que esté libre de culpa que tire la primera piedra”. El camino de la reconciliación no será fácil, muchas cosas por decir, miles de cosas por perdonar y muchas heridas por sanar. Pero se ha comenzado y hoy se inicia un nuevo tiempo en este país.

Claro, vendrá, en algunas dos o tres semanas la firma del acuerdo, luego el plebiscito, pero desde hoy a las 12 de la noche estaremos comenzando a beber los sorbos de la paz. Las primeras alegrías de una guerra dura y una negociación que por ratos pareció que no avanzaba. Muchas veces se creyó que sería imposible firmar, que eso iba a fracasar, el propio Humberto de Calle en varias entrevistas era pesimista y decía que todo estaba por acabarse. Timochenko alcanzó a dar órdenes de preparase de nuevo para la guerra, pues todo estaba por fracasar. Pero al final se logró el acuerdo. Gracias a Noruega, Cuba, Venezuela, a facilitadores como Iván Cepeda o Álvaro Leiva, a la perseverancia del equipo negociador del Gobierno y de las Farc, y obvio gracias a diferentes “asese bajo la manga” del Presidente Santos se logró llegar a un acuerdo final sobre el 100% de lo acordado en 2012. Hoy 28 de agosto a las 12 de la noche se podrá gritar que todo ha acabado. Ceso la horrible noche, La Libertad sublime. El camino que viene es duro pero la esperanza y probabilidad es inmensa.

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