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Los “gorgojos” de las Bacrim

En 2014 Colombia perdió 140.000 hectáreas de bosques tropicales a través del tráfico de madera que termina en Europa.

Las cifras que manejan las autoridades de la nueva forma de financiación de las organizaciones criminales, como el Clan del Golfo, sólo se compara con el impacto ambiental que genera.

El tráfico de madera deja millonarias ganancias para los delincuentes, pero pérdidas irreparables al ambiente. En la reciente medición del ministerio de esa cartera se calcula que el país perdió 140.000 hectáreas de bosque tropical y el registro que se espera para este año es desalentador.

Toco madera

En 2016, 124 personas fueron capturadas por tráfico ilícito de madera. La Dirección de Carabineros de la Policía adelantó 29 operativos que dejan la incautación de 4.187 metros cúbicos de madera y la inmovilización de 87 vehículos destinados a transportar ese producto.

Sin embargo, los esfuerzos parecen insuficientes, pues la mayoría de capturados quedan en libertad, los delitos no obligan al juez a imponer una reclusión, así los detenidos no tienen problema en continuar con su negocio.

El tráfico de madera resultó ser tan lucrativo que las bandas criminales se interesaron, cobraron impuesto y luego se dedicaron a ordenar la tala indiscriminada de bosques. Tienen grupos que según la Fiscalía están a cargo de enfrentarse a la fuerza pública de ser necesario para mantener el negocio.

Ríos de madera

El modus operandi de estas organizaciones incluye a habitantes de las zonas de bosques y hasta de parques nacionales, que por falta de trabajo se suman al negocio criminal y al final siempre son los que resultan capturados.

Departamentos como Caquetá, Antioquia, Putumayo, Meta, Guaviare, Norte de Santander, Chocó, Nariño y Amazonas, son los más afectados. En todos la cadena criminal arranca en la ubicación de zonas protegidas, campaneros que alertan de la llegada de extraños y una maquinaría que iguala a la usada en minería ilegal.

Los más descarados instalan verdaderos aserraderos en medio de la selva y cuando pueden transportan la madera con vehículos alquilados o como la Armada Nacional lo detectó, por ríos.

En impactantes imágenes queda registrado como unen centenares de trocos, los llevan con una pequeña embarcación a improvisados puertos para luego sacarlos de los departamentos.

De tronco a silla

Con la desarticulación de una organización conocida como ‘Los Sierreros’ la Policía de Carabineros pudo conocer como la madera que salía de manera ilegal, terminan en lujosos muebles, incluso en Europa.

Fueron capturadas 20 personas, los cabecillas eran buscados hasta por la Interpol. El negocio estaba bien diseñado, le compraban la madera a las bandas criminales, la llevaban a las principales ciudades y la mezclaban con las legales, la distribuían en conocidos aserraderos y otra terminaba exportada con documentación amparada.

Así lograron traficar, según la Policía, 20 toneladas semanales de árboles nativos ubicados hasta parques naturales, supuestamente protegidos como el Parque Nacional Natural Munchique, en El tambo, Cauca.

Tras la cadena criminal

La Fiscalía ya investiga estos casos en contexto. Se cansaron de capturar siempre a las mismas personas. Se investiga a las empresas de carga, a las autoridades departamentales, a los exportadores y distribuidores que se sumaron a la cadena criminal, que como en el caso del departamento del Chocó, de donde es el ministro de ambiente y dicho por el presidente de la república, deja enormes parches en medio de la selva, un daño que es provechado por los delincuentes dedicados a la minería ilegal.

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