El Catatumbo, una de las zonas más minadas del país
En Filogringo, donde desapareció Salud Hernández-Mora, los pobladores caminan con cuidado y por donde ordenen los alzados en armas.
El Catatumbo, la zona donde desapareció desde el pasado fin de semana, la periodista Salud Hernández- Mora, es una de las más minadas en el país, reconoció en Caracol Radio Álvaro Jiménez, director Nacional de la Campaña Colombiana contra las Minas.
En los últimos años, según Jiménez, se han registrado 600 accidentes que han dejado aproximadamente 430 víctimas por minas antipersonales en el Catatumbo. Y solo en Filogringo, corregimiento de El Tarra, donde vieron por última vez a Hernández- Mora, 35 personas han sido afectadas por pisar estos explosivos en los últimos años. No obstante, el número de víctimas puede ser mayor porque hay caseríos apartados donde los reportes no son contundentes.
“Las minas antipersonales en El Catatumbo las ha colocado todos los grupos alzados en armas, especialmente el Eln, aunque recientemente el grupo que lideraba alias Megateo (disidente del Eln), también se convirtió en una de las organizaciones que más coloca minas en la zona”, explicó Álvaro Jiménez.
Lo preocupante, según él, es que las comunidades de El Catatumbo no solo se han visto afectados en regiones apartadas como El Tarra o San Calixto, también en áreas cercanas a Ocaña y municipios céntricos.
En Filogringo- donde desapareció Salud Hernández- , “se camina teniendo en cuenta las anotaciones de seguridad y los criterios que impongan los actores armados. Es decir, las Farc, Eln o los disidentes del Epl determinan hasta qué hora puede ser el tránsito de las comunidades, cuáles son los caminos que se pueden utilizar, cuáles zonas están minadas y por cuáles trayectos no pueden movilizarse”.
Difícil
La situación de las víctimas de las minas antipersonales en El Catatumbo es difícil y compleja. “En esta región hubo procesos de expulsión, de desplazamientos hacia Cúcuta y buena parte de las víctimas están asentadas allí en condiciones lamentables. Ellos constituyeron una Asociación de Víctimas con la que tratan de organizarse y salir adelante en sus procesos”.
Y agregó: “No ha sido posible adelantar en la región actividades distintas a las de educación sobre minas con las comunidades en San Calixto, El Tarra, Tibú, de Playa de Belén, entre otras”.
