Los otros Catatumbos
Son regiones de Colombia donde la Policía permanece, pero amenazada. Y el Ejército se mueve, pero no se mantiene por seguridad. Quien entra a sus profundidades, debe tener permiso.
Salud Hernández- Mora y su desaparición ‘desnudó’ lo que en Colombia pocos reconocen: hay regiones apartadas, incomunicadas, con dueño (El Estado), pero con organizaciones criminales o grupos subversivos que imponen su ley en territorio ajeno. La Fundación Paz y Reconciliación calcula que en zonas apartadas de siete regiones de Colombia manda- en gran proporción- los grupos ilegales. Al menos, ejercen control e impiden la movilidad de la fuerza pública.
A El Catatumbo, Norte de Santander, no lo destronan- de momento- del primer lugar. Los ‘lunares’ de orden público, en su mayoría, se producen en esta región del país donde hasta el municipio de El Tarra, lo llaman ‘Tarrakistán’ por sus continuos ataques con francotiradores a policías que no pueden deambular solos, que patrullan en grupo, con cascos, chalecos antibalas y acompañados del Ejército. De lo contrario, pagan con su vida.
El Eln, las Farc, las bandas criminales y hasta el Epl se pelean el control de una zona tupida de selva, ‘minada’ de coca y limítrofe con Venezuela.
En El Catatumbo- dice la Fundación Paz y Reconciliación-, el Eln tiene cuatro estructuras grandes: Frente Camilo Torres, Frente Armando Cacua Guerrero, Frente Compañero Tomas y la Compañía (ahora se volvió frente) Héroes del Catatumbo que operan en El Tarra, la región más azotada por los elenos.
En El Carmen, Convención, San Calixto, Teorama, El Tarra, todos municipios de Norte de Santander, también se tolera a guerrilleros del Frente 33 de las Farc que siguen posesionados en su zona sin dejarse desplazar de un Eln que espera firmen la paz con el Gobierno para desterrarlos.
La Columna Móvil Arturo Ruiz y la Compañía Resistencia Catatumbo de las Farc, que cuidaba los pasos de alias ‘Timochenko’, también se esconde allí.
El Epl- cuyo jefe supremo es el antioqueño ‘David León’, quien reemplazó a alias Megateo- no queda atrás. Y dos bandas criminales más: Los Urabeños y una disidencia de Los Rastrojos. El EPL- conoció Caracol Radio- desplaza a las Farc y hay zonas como ‘Filogringo’ en El Tarra, donde la fuerza pública no ingresa por seguridad. Hay retenes ilegales, secuestros ‘anónimos’ (de los que nadie reporta) y minas antipersonales.
El Catatumbo es atractivo para las organizaciones armadas: hay cultivos de coca, pasta base, insumos, clorhidrato de cocaína y gasolina barata.
Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto (Cerac), le reconoció a Caracol Radio la existencia de otros ‘Catatumbos’. “Hay zonas del país donde en pleno siglo XXI hay muy difícil comunicación, donde no hay presencia permanente de la Policía y la Fuerza Pública”.
Estas zonas- dice Restrepo- demuestra que hay presencia del Estado, pero limitada, “zonas donde es difícil llegar a imponer soberanía”.
Segundo ‘Catatumbo’
Arauca, es un segundo Catatumbo. En Saravena, Arauquita, Fortul y Tame, entrar no es fácil. Y quien lo hace no solo debe tener ‘pantalones’. También permiso del Frente Domingo Laín del Eln.
“Es fuerte, es la estructura más importante de los elenos y esa sola estructura podría tener 1.200 hombres”, explica Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación. ‘Pablito Arauca’ da órdenes sin piedad en el departamento.
En Arauca también está el Frente Décimo de las Farc, pero está opacado por el Eln. El departamento es atractivo para las bandas criminales y guerrillas por el contrabando, la gasolina que proviene ilegalmente desde Venezuela y la extracción de petróleo del oleoducto. Allí no hay coca.
Tercer ‘Catatumbo’
El Bajo Putumayo- zona limítrofe con Ecuador- no escapa del cerco de los alzados en armas. En zonas apartadas de Puerto Asís, Puerto Leguizamo, San Miguel, La Hormiga, Orito y Villa Garzón, delinque el frente 48 de las Farc y controla quién entra y sale del territorio. Y, ¿Ejército? ¿La Policía? Claro que están, pero no son suficientes para controlar una zona tan extensa, tan colonizada y tan minada por la guerrilla.
Cuarto
En la Costa del Pacífico Nariñense opera un salpicón. Es decir, todos. En Tumaco, Pizarro, Barbacoas, La Tola, entre otros municipios, manda el Frente 29 de las Farc, la Columna Daniel Aldana, la Columna Mariscal Sucre y el Frente 30. Se divisan hombres de los Héroes y Mártires de Barbacoas que opera en Nariño, el Frente Comuneros del Sur, el José María Becerra y el Manuel Vásquez Castaño.
Y a falta de más hombres armados en Nariño, están las bandas criminales: ‘Los Urabeños’, ‘La Empresa’ (desde Buenaventura hasta Guapi) y unas disidencias de ‘Los Rastrojos’. Hay oro, coca, laboratorios, un ‘plato apetitoso’ para el narcotráfico.
Quinto
El Chocó preocupa. En Río Sucio, Juradó, Carepa, Chigorodó, Istmina, Litoral de San Juan, Bajo Baudó, entre otras localidades, hay riesgo. En el norte del departamento está la casa de Los Urabeños. En la guarida o su casa matriz descansa ‘Otoniel’, jefe máximo del mal llamado Clan Úsuga e ‘Inglaterra’, jefe militar de este grupo criminal. “En la localidad de Unguia se mueven ambos”, explica Ávila.
El Frente 57 de las Farc está debilitado, pero se sostiene en el Chocó, además de dos comisiones del Frente Cimarrón del Eln. Ya, en el bajo del Chocó hay dos frente de las Farc, además, de Urabeños y lo que quedó de Los Rastrojos.
Sexto
En el norte del Caquetá – donde la guerrilla atacó en 2016 con francotiradores a dos uniformados de la Policía y dejó tres más heridos por minas antipersonales- opera la Columna Teófilo Forero de las Farc, el Frente 14 y 15 de las Farc. La misión de este reducto armado: cuidar la coca en la zona.
El sur del Cauca (López de Micay, Timbiquí, Mapi), sería el séptimo catatumbo para la Fundación Paz y Reconciliación.
Lo preocupante: los peores momentos están por pasar en los siete ‘Catatumbos’ del país. La Fundación Paz y Reconciliación cree “es que el grupo armado que firma la paz lo masacran los demás grupos”, expresa Ávila. Es decir, el riesgo que existe es que las Farc, después de firmar la pipa de la paz con Juan Manuel Santos, sean objetos del Eln y de las bacrim.
En el Bagre Antioquia, por ejemplo, un comando del Eln y las Farc se unió y combatió contra Los Urabeños. Y en el sur del Meta ya hay Urabeños entrando a territorio de las Farc.
“La violencia se ha disparado en Arauca, Catatumbo, Cauca, Chocó…gran parte del aumento de violencia tiene que ver con el interés de grupos armados organizados y guerrilleros que subsisten como el Eln y Epl para ocupar esos espacios que eventualmente dejen las Farc”, concluyó Jorge Restrepo, director del Cerac.