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Migrantes ilegales buscan la frontera con Panamá a través de los coyotes

Diariamente unos 120 migrantes definen su situación en Colombia para poder partir hacia Panamá.

Migrantes ilegales buscan la frontera con Panamá a través de los coyotes

Migrantes ilegales buscan la frontera con Panamá a través de los coyotes(Caracol Radio)

Panamá

Debido al cierre de frontera con Panamá, los migrantes indocumentados no pueden llegar legalmente al vecino país de Centroamérica, lo cual está generando una reducción hasta del 90% en el número de viajeros foráneos que pasan por el municipio de Turbo, y prefieren utilizar el trasporte ilegal que sale desde diversos puntos en la selva urabaense y es manejado por los llamados coyotes.

Se estima que, diariamente, unos 120 migrantes, en especial los llegados de Cuba y Haití, pero también de países africanos y asiáticos, arriban a la oficina de Migración Colombia en el municipio de Turbo, Antioquia, para tratar de resolver su situación migratoria y poder tomar, en la jornada matinal, una de las lanchas que los pueda llevar hasta el poblado de Sapzurro, en la frontera con Panamá.

Los migrantes, que en muchos de los casos vienen en grupos familiares, tienen que permanecer dos o tres días en la localidad mientras se les define el monto de la multa que deben pagar por no haber ingresado en forma legal a Colombia.

Después de que Migración Colombia les define su situación parten con las primeras luces de la mañana, por el océano atlántico, hacia territorio del departamento de Chocó, donde por lancha o por tierra intentan cruzar la frontera con Panamá y en adelante caminar por la densa zona selvática de la provincia del Darién en Panamá.

Mientras se define si estas personas tienen que pagar una multa, son deportados o les expiden un salvoconducto para devolverse a la frontera por donde entraron, las autoridades les brindan alojamiento, con lo cual se evita que sean víctimas de las bandas criminales.

Camuflados

Los migrantes tratan de llamar la atención lo menos posible, son fácilmente camuflados con la población de Urabá. Pero se distinguen por la mirada fría y contundente, la mugre en su ropa, y otros porque siempre van en grupos y solo compran agua, pan tajado y algunos embutidos.

Discretamente, llegan a la Oficina de Migración y al ser abordados esquivan la conversación, en el caso de los haitianos solo saben lo básico del español, mientras los cubanos evitan hablar para no ser reconocidos con su acento.

Tantean el terreno antes de llegar a la puerta de Migración Colombia, van y vuelven tres y cuatro veces.

Mientras tanto, los comerciantes están preocupados porque parte de su sustento económico depende de lo que gastan los migrantes, desde el jugo de piña de $1.000 hasta las habitaciones que comparten con seis personas por $5.000 la noche.

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