Orden Público

La verdadera historia del cambiazo de Patrocinio Sánchez

En diálogo con Caracol Radio, el exgobernador de Chocó dijo que solo estando en libertad se enteró de los hechos.

La verdadera historia del cambiazo de Patrocinio Sánchez

La verdadera historia del cambiazo de Patrocinio Sánchez(www.facebook.com/patrocinio.sanchez)

Solo se enteró que Odín, su hermano, se había canjeado por él el Domingo de Pascua, el día en que ocho guerrilleros del ELN optaron por despojarlo de sus cadenas y le avisaron que quedaría en libertad. Patrocinio Sánchez, exgobernador del Chocó, quedó estupefacto, mientras lo acomodaban en una balsa que lo conduciría por el Río San Juan hasta Quibdó, donde se reencontraría con su familia dos años después de su secuestro.

“¿Mi hermano?”, les preguntó Patrocinio a los integrantes del ELN, quienes no entregaron mayores detalles. “Quiero verlo, por favor, al menos acá en cautiverio”, les pidió el exdirigente político, pero los guerrilleros se negaron.

“Desafortunadamente no me dejaron verlo, ellos idearon una estrategia para que yo saliera de la selva por un lado y mi hermano Odín por otra”, narró el exsecuestrado a Caracol Radio.

“Me dijeron en el río San Juan que mi hermano ya estaba ubicado en la selva, que él se quedaba a cambio de mi libertad…”, añadió el liberado, a quien le pidieron que no podía revelar detalles del cambiazo, que no podía contarle a la prensa que su hermano se había entregado al ELN por él. “Eso es imposible, les dije. Eso se va a saber…por eso, guardé silencio y no concedí entrevistas”.

Patrocinio expresa que estaba desnutrido, pisando la muerte. Padecía problemas graves de colón, gastritis crónica, dificultades en la próstata, el hígado, y había perdido la visión por su ojo izquierdo.

“En la condición en que yo estaba dije ‘no hay más remedio que se sacrifique mi hermano para ver si al menos yo recupero mi salud. Y al menos, ya recuperada mi salud, veo qué hacemos para lograr la liberación de mi hermano’”.

Patrocinio está agradecido con el gesto de su hermano. Y aprovechó para enviarle un mensaje en las selvas colombianas: “Querido hermano, yo ya me encuentro bastante bien, estoy esperando que me hagan una primera intervención quirúrgica la semana entrante. Parece que me van a extraer la vesícula biliar. Unos cálculos eran los que no me permitían mi movilización, me causaban dolor. Estoy seguro querido hermano que nosotros, tu familia te quiere mucho, te deseamos pronta libertad y haremos hasta lo imposible para que tú, como yo, logres tu libertad”.

La familia Sánchez en el Chocó vive un verdadero drama. “La hija de Odín tiene 11 años, quiere mucho a su papá, está muy pegada a él y lo pregunta mucho… no tener la presencia de su padre es doloroso. La misma historia ocurrió con mi hijo que tenía cinco años y quien cuando llegué no me reconocía por lo cambiado que yo estaba. Mi cambio fue del cielo a la tierra”.

La liberación

En la selva lo custodiaban ocho hombres armados hasta los dientes. Lo mantenían encadenado. “Fue por motivos de salud que ordenaron mi salida porque estaba bastante desnutrido. Por el problema de hígado comía muy poco… todo era sin grasa, sin carbohidratos para que no me doliera el abdomen. Por eso, me adelgacé demasiado. Pesaba 70 kilos y terminé en 50”.

“Esa fue una decisión interna del ELN. Llegó Semana Santa y el jueves me anunciaron que me iban a liberar, que me daban esa buena noticia. Me informaron que el sábado iniciaba la salida. El jueves me pidieron que me afeitara, que me cortara el cabello, que tenía que lucir bien, que me iban a llevar ropa nueva para que yo saliera en condiciones dignas”, relató Patrocinio a Caracol Radio.

El cabello- dijo él- se negó a cortárselo. “Me quito la barba, todo, pero no el cabello, les dije. Quería llevarlo de recuerdo, mostrarle al pueblo colombiano, al chocoano que verdaderamente sí estaba secuestrado. Yo escuché desafortunadamente por la radio comentarios que decían que yo no estaba secuestrado, que estaba en Panamá disfrutando de una buena vida…”.

El ELN le dejó portar su cabello, pero se lo arreglaron con dos moñas. El Sábado Santo empezaron a evacuarlo y el domingo ‘pisó’ definitivamente la libertad.

Lo que le cobraron

Sánchez no da cifras. No tiene idea- según él- cuánto está pidiendo el ELN por su liberación, pero sí deja claro que se enteró que su secuestro era económico. Y que se enteró a las pocas semanas de su plagio.

“No me informaban nada del monto, del dinero que pedían, fue mucho el hermetismo que manejaron, mientras yo estuve allá”, dijo.

De los elenos cuenta que lo trataron bien. No obstante, sobrevivió a las difíciles condiciones de la selva. “Ellos me ponían cadenas... en el momento de ponerme las esposas, el uno se peleaba con el otro para que no me las colocaran. A ellos se les veía el pesar, la lástima que sentían por mí, pero esas son sus reglas, ellos son seres humanos como nosotros. El ELN utiliza comisiones, grupos muy pequeños, de seis, ocho hombres. No arman batallones, pero son bastantes en el Chocó”, resume.

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