Kerry y Timochenko

La visita del presidente Barack Obama a Cuba, su contacto con la gente, su intercambio de opiniones con Raúl Castro y la manera como manejó su mensaje para convocar a opositores y defensores del sistema político ya es histórica para las relaciones con ese país y marca una nueva era para las del resto de América Latina.

Una visita como esa –que reitera por qué Obama es más popular por fuera de casa—indudablemente opaca lo más importante para Colombia como fue la entrevista del secretario John Kerry con los voceros del gobierno y las Farc en la sede de los diálogos. De qué hablaron o qué se dijeron solo se sabrá el día que Humberto de la Calle o “Timochenko” escriban sus memorias.

Lo poco que se ha revelado hasta ahora no dice nada nuevo. Lo más importante es el hecho en sí. La visita del presidente y la alusión al proceso colombiano reflejan la importancia que este tiene para EE.UU. –ya lo había demostrado al renovar su apoyo al nuevo Plan Colombia el 4 de febrero -- y como prueba de ello sienta a un funcionario de ese nivel con unos combatientes que hacen parte de su lista de terroristas internacionales y que se financia en buena medida con el narcotráfico. Estos son otros EE.UU. y estas parecen otras Farc que van uniformadas de guayabera blanca a la cita con Kerry a quien le llevan una carta en la que en vez de recriminación al “imperialismo” que ayudó a debilitarlos militarmente, piden que los reconozcan “como una fuerza política empeñada en la expansión de la democracia y el progreso social de Colombia". Es muy probable que a puerta cerrada hubieran insistido en pedir la libertad de Simón Trinidad condenado a 60 años y al que las Farc esperan tener de vuelta en Colombia pronto.

Que el mundo ha cambiado y eso lo pueden estar entendiendo las Farc con esta visita es el trino de Iván Márquez: “No podemos darnos el lujo de dejar pasar esta oportunidad para lograr la paz en Colombia, nos dijo Kerry hoy. Estamos de acuerdo”.

Las negociaciones de paz de La Habana siguen pasando dificultades y en esa medida la presencia de Kerry llega en un momento oportuno. Ya no habrá firma de los acuerdos este 23 de marzo. Las garantías que les pueda ofrecer EE.UU. a las Farc en materia de seguridad para sus desmovilizados o los recursos para proyectos de desarrollo en las zonas cocaleras o el respaldo a la conversión en un movimiento político pueden ayudar a destrabar los “problemas difíciles que son necesarias para la conclusión de un acuerdo final", del que habla el comunicado del Departamento de Estado.