Orden Público

Farc pide audiencia en Cuba con los alcaldes electos

Aseguran que se debe pensar desde ahora en el rol de los mandatarios locales en el posconflicto y cómo se tramitarán los acuerdos de paz en las regiones.

El líder de las Farc, Timochenko, le dijo a los mandatarios locales que el objetivo de la paz no es un asunto exclusivo de quienes participan en la mesa de La Habana. “Aquí le vamos a poner fin al conflicto armado, pero será en las ciudades y campos de Colombia en donde habrá de construirse la paz”.

Aseguró a través de una carta pública que la delegación de paz de las Farc quiere “agradecerles los esfuerzos que tanto los alcaldes salientes como los que iniciarán funciones el próximo año, han realizado para apoyar el proceso de paz”, también “invitar a la asociación de alcaldes de ciudades capitales a La Habana, con el objeto de hablar e intercambiar sobre los temas de la paz y la reconciliación que nos comprometen a todos”.

Dijo Timoleón Jiménez que “los afanes propios de la firma de un acuerdo final, como base de la confianza que se requiere para la paz, no deben alejarnos de la obligación de pensar cómo tramitaremos los acuerdos, quiénes serán los sujetos sociales de ese nuevo escenario y cuál su rol en la construcción de la paz; qué deben hacer los gobiernos locales, el Gobierno Nacional y la sociedad en su conjunto para hacer realidad la paz que surja del fin del conflicto armado; y cómo avanzar, desde las opiniones diferentes, en el objetivo común de hacer de la paz una realidad en las principales ciudades del país”.

En la misiva, Timochenko afirmó que “las Farc estamos abiertas al diálogo y no solo con el Gobierno Nacional, también con los gobernantes locales, con las distintas ramas del poder público, con la diversidad de la sociedad colombiana. Así entendemos la democracia, y solo así construiremos paz”.

Esta es la carta completa:

La Habana, 29 de noviembre de 2015

Por primera vez en muchos años Colombia se acerca al fin del conflicto armado gracias a un proceso de paz que se realiza con éxito en La Habana entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP. Trabajamos con voluntad y decisión para la firma de un Acuerdo Final que abra la posibilidad de un país en el que la política se separe de las armas, la democracia sea para todos, y la justicia social encamine a la sociedad a una paz sustentable y duradera.

El objetivo de la paz no es un asunto exclusivo de quienes participan en la mesa de La Habana. Aquí le vamos a poner fin al conflicto armado, pero será en las ciudades y campos de Colombia en donde habrá de construirse la paz.

La paz en los territorios deberá tener en cuenta a las ciudades capitales de departamentos a donde han llegado millones de víctimas de la pobreza, las injusticias y las violencias. Son las víctimas confianza, los pobres de siempre que intentan sobrevivir a un modelo económico que excluye al ser humano y prolonga en los espacios urbanos la desigualdad y la segregación.

Tras la firma del Acuerdo Final el Estado colombiano y su sociedad en pleno tendrán la inmensa responsabilidad de hacer del nuestro un país más democrático y más justo; y las ciudades capitales serán escenario principal no tanto del post acuerdo sino de la construcción de la paz.

¿Cómo vamos a hacer para que la paz que anhelamos sea sostenible socialmente y sustentable ambientalmente? ¿Cómo vamos a hacer para que la gente de las ciudades (las mujeres, los jóvenes, los trabajadores, la niñez, las personas con discapacidad, los artistas, la diversidad sexual y étnica) sienta que la paz tiene que ver con la realización de sus derechos? ¿Cómo vamos a hacer para que los empresarios, los comerciantes, los industriales, los cooperativistas y los emprendedores de las ciudades capitales hagan parte de este propósito de transformar el país, de tal manera que la prosperidad sea también un asunto de inclusión social?.

Los afanes propios de la firma de un acuerdo final, como base de la confianza que se requiere para la paz, no deben alejarnos de la obligación de pensar cómo tramitaremos los acuerdos, quiénes serán los sujetos sociales de ese nuevo escenario y cuál su rol en la construcción de la paz; qué deben hacer los gobiernos locales, el gobierno nacional y la sociedad en su conjunto para hacer realidad la paz que surja del fin del conflicto armado; y cómo avanzar, desde las opiniones diferentes, en el objetivo común de hacer de la paz una realidad en las principales ciudades del país.

Nuestro propósito al saludar esta Cumbre de Ciudades Capitales que se realiza hoy en Montería, bajo el lema de Las Ciudades y la Paz, es el de compartir con ustedes estas reflexiones, agradecerles los esfuerzos que tanto los alcaldes salientes como los que iniciarán funciones el próximo año, han realizado para apoyar el proceso de paz, al tiempo que invitar a la Asociación de Alcaldes de Ciudades Capitales a La Habana, a objeto de hablar e intercambiar sobre los temas de la paz y la reconciliación que nos comprometen a todos.

Las FARC estamos abiertas al diálogo y no solo con el Gobierno Nacional, también con los gobernantes locales, con las distintas ramas del Poder Público, con la diversidad de la sociedad colombiana. Así entendemos la democracia, y solo así construiremos paz.

Fraternal saludo,

TIMOLEÓN JIMÉNEZ

COMANDANTE DEL ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS FARC-EP

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