Ted Cruz: “Políticas de Maduro no funcionan”

Estados Unidos

El senador Ted Cruz, a sus 44 años, es candidato a la nominación presidencial republicana en el 2016. Representa el estado de Texas y con poco tiempo en el Congreso se ha consolidado como una figura conservadora de alto protagonismo, especialmente por sus esfuerzos de bloquear las políticas del presidente Barack Obama.

Actualmente las encuestas no lo favorecen. De acuerdo a CNN, Cruz todavía está lejos de Donald Trump y Ben Carlson en intención de voto, aunque la carrera electoral apenas comienza. Cruz se identifica abiertamente con el Tea Party, un movimiento ultra conservador que se conformó después de la crisis económica del 2008 y que logró elegir a varios congresistas

Cruz es hijo de inmigrantes cubanos pero se opone a una reforma migratoria que legalice el estatus de todos aquellos que viven en EE.UU. sin documentos para trabajar. En diálogo exclusivo con Caracol Radio, habla sobre Joe Biden, Donald Trump y Venezuela.

¿Cuál es su opinión sobre la decisión del vicepresidente Joe Biden de no lanzarse a la presidencia de EE.UU.?

Obviamente era una decisión que tenía que tomar. Respeto al vicepresidente. Al final del día los demócratas tienen que elegir a su candidato. El asunto que realmente importa aquí es la política fallida del presidente Barack Obama en los últimos 6 años y medio. Millones de estadounidenses están perdiendo su trabajo, los ingresos no suben.

Además, ha sido una completa catástrofe en política exterior. Abandonó a nuestros amigos y aliados, y hemos demostrado debilidad y pasividad. Cualquiera fuera el nominado demócrata, Hillary Clinton o Joe Biden, ellos tendrían que defender esas políticas y sería como un tercer término de Barack Obama, y no creo que eso sea lo que quieren los estadounidenses.

¿Por qué Donald Trump todavía lidera las encuestas y qué va a hacer usted para cambiar esa tendencia?

Me gusta Donald Trump. Creo que él ha logrado atraer mucha atención. Muchas personas están siguiendo la elección presidencial debido a su candidatura. Y yo estoy muy agradecido por eso. Creo que su candidatura es tremendamente beneficiosa para mi campaña porque ha enmarcado el asunto principal en las primarias republicanas, y es quién puede oponerse a la política en Washington. Y la pregunta ahora a nivel nacional es quién puede hacerlo. Y en este sentido, mi récord es diferente al resto de los contendores en esta carrera, en términos de oponerme no sólo a los demócratas, sino a los líderes de mi propio partido.

Yo soy el candidato de mi partido que más he hecho esto. Yo me levanté y lideré la lucha en contra del Obamacare (reforma sanitaria de EE.UU.), defendí el apoyo a Israel. Lo que ha energizado nuestra carrera electoral es que la gente quiere encontrar a la persona que sea capaz de revelarse en contra de la política en Washington.

Si usted se convierte en presidente de EE.UU., ¿cuál será su política hacia Sudamérica, particularmente el caso de Venezuela?

Mi padre es un inmigrante cubano, quien peleó en la revolución cubana. En su juventud, él fue encarcelado y torturado. Escapó de Cuba en 1957 para huir de Batista. Llegó sin saber hablar inglés y con 100 dólares guardados en su ropa interior, trabajó lavando platos ganando 50 centavos la hora.

Soy el hijo de un inmigrante que huyó de la represión en búsqueda de la libertad y esto es central en mi carrera por la presidencia, porque yo entiendo que tan preciada pero frágil es la libertad. Sobre Latinoamérica, EE.UU. siempre ha tenido una alianza cercana. Tengo la esperanza de que si soy elegido presidente vamos a fortalecer esas amistades y alianzas.

Si usted me pregunta sobre Venezuela, yo he sido muy franco. Las políticas de Nicolás Maduro no están funcionando. La gente en este país está sufriendo mucho y yo he hablado muchas veces con franqueza en defensa de Leopoldo López, quien fue equivocadamente encarcelado por el sólo hecho de levantarse y protestar por los venezolanos. Ojalá el presidente Obama tuviera el coraje de interceder por Leopoldo López y demandar que sea liberado. En Venezuela, así como en todo Latinoamérica debe respetarse la libertad de expresión, que es un derecho natural de sus ciudadanos. Nuestra economía está entrelazada, y esa relación puede fortalecerse, algo que estoy dispuesto a hacer como presidente.