Se inician obras para frenar parqueo de vehículos junto a murallas de Cartagena
170 bolardos están siendo instalados en el sector contiguo a la cortina de muralla para evitar el parqueo de vehículos
Se inician obras para frenar parqueo de vehículos junto a murallas de Cartagena(ETCAR)
Cartagena de Indias
La Escuela Taller Cartagena de Indias (ETCAR), designada por el Ministerio de Cultura para la administración de las fortificaciones de la ciudad, inició el cerramiento preventivo del área próxima a los baluartes de Santiago Apóstol y de San Francisco Javier, a fin de evitar que continúe el estacionamiento indebido de vehículos en este sector.
La medida, apoyada por la Alcaldía Mayor de Cartagena de Indias, busca recuperar esta zona para el disfrute ciudadano, teniendo en cuenta que en esta se desarrollan actividades deportivas y recreativas.
De igual forma se pretende proteger a las fortificaciones de la ciudad y permitir que estas puedan ser apreciadas, recorridas y visitadas libremente por cartageneros y turistas.
Érica Barrios Blanquicet, directora general de la ETCAR, asegura que el cerramiento se está haciendo con bolardos de concreto reforzado con una altura de 50 centímetros sobre el nivel del suelo, iguales a los que se instalaron en septiembre de este año en el entorno de la zona verde del Baluarte de Santo Domingo, junto a la Avenida Santander.
En total se instalarán 170 bolardos que fueron diseñados, fabricados y están siendo instalados por aprendices del área de formación de la ETCAR. El cerramiento de esta zona tendrá un costo de $20.662.500.
“Se prevé terminar el cerramiento el viernes 9 de octubre y se espera que la medida sea apoyada por la ciudadanía teniendo en cuenta que esta acción responde al compromiso de la ETCAR como administradora de las fortificaciones el cual es conservar estos bienes patrimoniales y su entorno, de manera que se garantice el disfrute de los mismos por parte de toda la comunidad”, asevera Barrios.
La ETCAR ha reiterado ante la opinión pública y autoridades competentes la inconveniencia de usar esta zona como parqueadero improvisado, lo cual ha sido una constante a lo largo del año, desbordando su capacidad en las épocas de temporada alta en las que se presenta mayor flujo vehicular en la ciudad.
