Vea cómo roban las partes de los carros en Bogotá
Un habitante de calle le contó a Caracol Radio por qué robar partes de carros es un negocio redondo
Robar las partes de un carro parece trabajo fácil, eso lo dice quien lo hace, un habitante de calle que guarda su nombre no por seguridad, sino porque ya no lo recuerda
“Yo llevó cuatro años de Lujero, esto no es vida, pero uno llega a pedir trabajo y nadie le da, que porque uno es drogadicto, pues toca rebuscársela de hambre no nos podemos morir”
Se autodenomina como un “Lujero” un mago, dice él, para identificar las fallas de seguridad de los propietarios de vehículos y aprovecharlas
“Usted sabe que uno es mago y yo veo la cosa y de una, no hay que pensarla, toca metérsele de una”
Paso a paso cuenta cómo robarse un espejo, un bocel, la tapa de la gasolina y hasta los logos de un carro, no toma más de un minuto
“Supongamos esa camioneta que está ahí, yo veo le puedo quitar la luna, pero tengo que mirar las ventanas de las casas, los vecinos, el celador, porque como dice el dicho para ser ladrón, eso también es un trabajo”
Se monta la vigilancia, se identifica la víctima y lo demás es qué tan ágil es el ladrón. Una sola mirada al carro y ya saben si asaltarlo será sencillo
“Hay carros que le dicen virgos que están recién sacaditos, a esos se les cae rápido”
Cuando los descubren prefieren que sea la Policía; los dueños de carros y los ciudadanos ahora son más peligrosos que los mismos ladrones, siempre está latente la amenaza de lincharlos
“De momento a lo bien lo que lo salva a uno son los tombos, donde la gente lo coja a uno la levantada, es… le cuento lo acaban a uno”
Si consiguen el botín, a correr y venderlo donde los llamados “Reducindos”, los comerciantes que se encargar de revender las partes que acaban de robar, en términos legales los reducidores
“Los reducindos son los que le compran a uno hasta tarde, ellos se ganan el doble”
Hay dos modalidades para dejar a los carros sin partes, una más violenta que la otra. La más común es cuando los vehículos están parqueados, la segunda pone en riesgo la vida del ladrón y la víctima, cuando los vehículos están en movimiento
“Hay manes que son artistas para esa vuelta, un man por acá otro por allá se cuelgan de esos espejos y suerte”
Dicen los “Lujeros” que es más fácil hacerlo mientras están drogados, los nervios se opacan y la película corre más lento.
