"Con la paz no se juega": Arzobispo de Medellín

El Arzobispo de Medellín, Ricardo Tobón Restrepo, le pidió a los colombianos no dejarse desanimar y llevar a la polarización por los incidentes que se han presentado en desarrollo de las negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla de las Farc

 En un pronunciamiento titulado “Con la paz no se juega” el prelado señala: “ Que los incidentes que estamos viviendo, en el ya largo proceso de paz en Colombia, no pueden desanimarnos y no deben llevar a incrementar la confrontación y la polarización. Son, más bien, un llamado a ir al fondo de las cosas y una oportunidad para llegar a la verdad de la paz, a la reconciliación que exige la paz, al proyecto nacional donde es posible la paz, al compromiso de todos que implica la paz”

 Plantea que la no se puede llegar a la paz sin un concepto común de paz y aunque todos queremos la paz, ese deseo debe expresarse en acuerdos fundamentales, al tiempo que reiteró que el diálogo es el camino verdadero para la paz, pero que ese diálogo debe hacerse con todo el pueblo y tener una metodología eficaz que garantice resultados

 El Prelado es enfático en no se puede llamar paz y prometer como tal lo que solo es un ejercicio de diálogo con un grupo alzado en armas, ya que ello  no es la paz integral a la que aspira un pueblo cansado y habituado a la injusticia y a la violencia

 El Arzobispo de Medellín advierte en su pronunciamiento que no se puede pretender realizar diálogos de paz si no se da una comprobada buena voluntad en las partes enfrentadas que impida se dilaten los tiempos, y lleve asumir las propias responsabilidades.   Monseñor Ricardo Tobón Restrepo manifiesta que no se puede vincular la causa de la paz a intereses particulares o a proyectos políticos personales, pues paz de la que se aprovechen solo algunos, no es paz y un mal planteamiento de la paz es fuente de nuevos y más graves conflictos

 También precisa en el comunicado que no se puede pretender llegar a la paz con una institucionalidad débil. “Si no hay un Estado sólido que plantee, organice y controle los caminos de la paz, se llamará paz un estado de cosas tan frágil que dependerá de las pasiones y de las veleidades de todos”

 Por último cuestiona los planteamientos que señalan que  si no se firma la paz ahora ya no se firmará nunca y apunta que un pueblo tiene que estar firmando la paz todos los días, pues ésta no es un tratado inmóvil que queda establecido para siempre, sino una dinámica social que se construye y se renueva cada día y con cada generación